Legislativas francesas también serán muy reñidas | El Nuevo Siglo
Lunes, 7 de Mayo de 2012

Decantado el triunfo presidencial, el socialista Francois Hollande multiplica los contactos políticos con la izquierda, y específicamente con la ultraderecha, para  obtener la mayoría en las legislativas del 10 y 17 de junio en las que estarán en juego su margen de maniobra gubernamental.

Tras su eufórico discurso de cambio, con el que augura un nuevo amanecer en su país y en Europa,  Hollande y varios dirigentes socialistas llamaron a los electores a mantener la tendencia de la presidencial cuando sean llamados a renovar la cámara baja del Parlamento, la Asamblea Nacional, y que actualmente dominan los conservadores del saliente mandatario Nicolás Sarkozy.

Y es que la batalla legislativa se augura muy reñida, al igual que el balotaje presidencial. Así lo confirman los dos más recientes sondeos publicados ayer y que señalan que el Partido Socialista del mandatario electo y la UMP (conservadora) tienen 31% de intención de voto.

Por ello, desde el domingo cuando reconoció la victoria del candidato socialista por tres puntos porcentuales, el saliente Sarkozy llamó a los líderes de su partido a mantener la unidad y dar -al igual que lo hicieron en la presidencial- la pelea en los comicios de junio.

“Sarkozy nos llamó a la unidad ante las próximas legislativas”, afirmó uno de los líderes conservadores que participaron ayer en una reunión en el Elíseo.

Según él, el presidente saliente reiteró que no buscará un nuevo cargo electo. Además tampoco tendrá oficina en su partido, la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP).

“La reunión fue emocionante y Sarkozy estaba sereno y digno… Insistió "en el hecho de que estaba feliz. Nos informó que no liderará la lucha por las legislativas y que no volverá a presentarse como candidato presidencial", añadió la fuente.

Revuelo socialista

Entre tanto Hollande, quien asumirá poderes el 15 de este mes y por ello –como él mismo dijo- no tendrá “período de gracia” inició contactos con las fuerzas de izquierda y la ultraderecha que lo apoyaron con miras a las legislativas.

El nuevo presidente necesitará una mayoría absoluta en el Parlamento para llevar a cabo su política. De lo contrario, un eventual primer ministro de derecha lideraría el ejecutivo y reduciría en gran medida la iniciativa presidencial.

En su empeño, Hollande cuenta con la alianza del Frente de Izquierda, que incluye al Partido Comunista y apoyó la candidatura del ex socialista Jean-Luc Melenchon, que llamó a votar por él en la segunda vuelta de la presidencial.

Hollande contará también con el apoyo de los ecologistas, que concluyeron un acuerdo en noviembre con los socialistas con la esperanza de obtener entre 18 y 24 diputados y este lunes llamaron a no bajar la guardia.

La secretaria nacional Cécile Duflot pidió "una movilización general de todos para dar una energía nueva al cambio", advirtiendo del "riesgo" de una mayoría de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido conservador de Sarkozy mayoritario en la Asamblea Nacional desde 2007.

En las anteriores legislativas, en 2002 y 2007, la victoria de la derecha en la presidencial se tradujo en una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional para el partido del nuevo jefe de Estado.

Tras el éxito de la izquierda en las últimas elecciones municipales y regionales, la derecha contraatacó advirtiendo contra una concentración excesiva de poder en manos de los socialistas.

La portavoz de campaña de Sarkozy, Nathalie Kosciusko-Morizet, así lo expresó a la radio Europe 1: "Ahora tenemos el nuevo presidente de la República, el Senado, la mayoría de las regiones, un muy gran número de departamentos, muchas grandes ciudades, que son de izquierda".

"Sueño con un reequilibrio con motivo de las legislativas. Sería inédito en Francia que todos los poderes estén en manos de un solo partido, en este caso los socialistas", recalcó.

En este juego político será decisivo el papel del ultraderechista Frente Nacional, cuya candidata Marine Le Pen fue la tercera más votada en la primera vuelta de la presidencial.

Por último, queda la incógnita de adónde irán los electores de centro. La cuestión se complicó con la decisión de su líder François Bayrou, procedente del centro-derecha, de votar por Hollande en la segunda vuelta de la presidencial./EL NUEVO SIGLO – AFP