Legisladores Republicanos estadounidenses expresaron su escepticismo sobre la petición de fondos del presidente Barack Obama al Congreso para enfrentar la oleada de niños inmigrantes centroamericanos, considerando que la propuesta no pone suficiente acento en la seguridad fronteriza.
Las autoridades estadounidenses han detenido en la frontera desde octubre unos 57.000 menores no acompañados, tres veces más que en el mismo periodo hace un año. El presidente Obama ha solicitado 3.700 millones de dólares al Congreso para hacer frente a una "situación humanitaria urgente".
Con estos fondos, la administración Obama planea mejorar la vigilancia aérea de la frontera, mejorar los albergues para los indocumentados y acelerar los trámites de deportación.
Pero los republicanos, con el gobernador de Texas Rick Perry al frente, consideran que la propuesta no es lo suficientemente enérgica para apoyar la aprobación de los fondos.
"Cuando veo la propuesta legislativa me parece una gran cantidad de dinero. Si uno lo analiza, muy poco (dinero) va para la vigilancia de la frontera", dijo Perry en una entrevista en la cadena Fox News el domingo.
Perry ha propuesto enviar tropas de la Guardia Nacional a la frontera para hacer una "demostración de fuerza".
"Este es el mensaje que hay devolver rápidamente a América Central", afirmó.
La mayoría de los jóvenes que tratan de cruzar la frontera provienen de El Salvador, Honduras y Guatemala, países azotados por la pobreza y la criminalidad.
Esta situación se ha convertido en un grave problema para la administración de Obama que ha reiterado sus llamados a los gobiernos centroamericanos para que cooperen y emprendan campañas de prevención con niños y jóvenes para que desistan de sus planes de viajar ilegalmente a Estados Unidos.
“Tenemos entre 500 y 600 niños entrando a la frontera todos los días en las últimas 4 a 5 semanas, que estamos atendiendo con nuestro cuerpo consular”, dijo el mes pasado en Managua la viceministra para los Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín. /AFP