Para los candidatos presidenciales Barack Obama y Mitt Romney, que este lunes debatirán sus propuestas de política exterior, América Latina es ante todo un mercado prometedor para unos Estados Unidos que buscan recuperarse económicamente.
Prácticamente empatados en intenciones de voto, según distintas encuestas electorales, Obama y Romney se enfrentan en su último y decisivo debate televisado, en el que previsiblemente intentarán diferenciarse del rival.
Pero un análisis de sus plataformas de política exterior muestra que cuando se trata de América Latina, ambos coinciden en verla desde el prisma comercial.
El candidato republicano ve también a la región bajo la amenaza de lo que califica de "movimiento 'bolivariano' virulentamente antiestadounidense", al que propone combatir con una gran alianza regional.
Cuatro años después de las esperanzas que suscitó dentro y fuera de Estados Unidos, Obama tiene ahora unos objetivos mucho más modestos.
"El presidente Obama ha fortalecido nuestras alianzas en todo el mundo con amigos como Israel, nuestros aliados de la OTAN, y nuestros socios en Asia y América Latina", se limita a mencionar la plataforma de política exterior de su sitio internet.
"La agenda del Presidente Obama será enfocarse, como ha hecho en los últimos cuatro años, en los socios principales en el hemisferio occidental como México, Brasil, Canadá y Colombia", precisó su asesor de campaña para América Latina, Dan Restrepo, en un mensaje enviado a la AFP.
"El Presidente Obama seguirá enfrentando los retos principales como el crimen transnacional organizado y aprovechando oportunidades energéticas y comerciales", añadió.
México se unió recientemente de forma oficial a las negociaciones para una zona de libre comercio transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés), formada por once países, entre ellos Chile y Perú, e impulsada por Washington.
El TPP tiene la ventaja de aunar la gran prioridad estratégica de Estados Unidos, Asia, con el mercado latinoamericano, destino de más del 43% de sus exportaciones.
Para América Latina, Estados Unidos es el principal mercado de sus exportaciones, a tal punto que en 2009 la balanza comercial era deficitaria para Washington en poco más de 68.000 millones de dólares.
El TPP es un acuerdo ambicioso, que cubre áreas como servicios. "Creemos que es el próximo paso en el compromiso con el (libre) comercio", explicó la subsecretaria de Estado Roberta Jacobson esta semana a periodistas.
Estados Unidos no ha dejado de observar con interés la reciente Alianza del Pacífico conformada por México, Chile, Perú y Colombia. Este último país ansía además formar parte del gran foro de discusión del Pacífico, la APEC.
El gobierno Obama recuerda además que ratificó sendos Tratados de Libre Comercio con Colombia y Panamá, pero los republicanos recuerdan que ambos fueron impulsados originalmente por el gobierno precedente.
Romney, por su lado, promete hacer "un vigoroso esfuerzo diplomático y de promoción comercial en la región" en sus primeros 100 días de gobierno, según su plataforma política.
El candidato republicano promueve una combinación de programas de ayuda a través de las agencias tradicionales, como Usaid, y promoción de libre comercio que ya bautizó como "Zonas Económicas Reagan", en recuerdo del ex presidente republicano (1980-1989).
Pero esa propuesta puede recordar el fallido Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (FTAA por sus siglas en inglés) del presidente George W. Bush.
"Después de que el FTAA fracasara, no existen muchas ganas de (emprender) un proyecto tan grandioso", aseguró a la AFP Michael Shifter, director del Diálogo Interamericano.
"La idea de Romney es atractiva, pero hay una desconexión con la realidad actual", añadió.
En términos de seguridad, Romney tiene una propuesta más detallada respecto de América Latina, que contrasta con la política de diplomacia discreta de Obama.
"Venezuela y Cuba encabezan un movimiento 'bolivariano' virulentamente antiestadounidense en toda América Latina cuyo objetivo es socavar las instituciones democráticas de gobierno y las oportunidades económicas", advierte su plataforma electoral.
En el caso de México y los países que se enfrentan a la amenaza del crimen transnacional, Romney propone intensificar los intercambios de los servicios de inteligencia.