Propuestas de todos los colores, olores y sabores, fueron las que se presentaron entre el domingo y el martes en Bogotá en desarrollo del Foro Político organizado por la Universidad Nacional y la Organización de Naciones Unidas (ONU) y que servirán como insumo para los diálogos entre el Gobierno y las Farc.
Si bien hubo iniciativas que se destacaron por sustento jurídico y legal, las cuales podrían ser consideradas seriamente por La Mesa, en el fervor de la participación se plantearon otras más folclóricas que viables.
En el listado de propuestas particulares leído por los organizadores llamó la atención la de bajar al 2 por ciento el umbral electoral que por Ley hoy está en el 3 por ciento, para facilitar la representación política de las minorías, así como la no aplicación de esta norma para las colectividades que se originen del proceso de paz.
Las audaces iniciativas continuaron con la creación de un Congreso unicameral en el que los partidos de oposición tengan garantizada su presencia en las mesas directivas.
Las reformas planteadas alcanzaron para plantear representación obligatoria para la oposición en la Comisión de Relaciones Exteriores, en la Junta del Banco de la República, en el Consejo Nacional Electoral y en la Procuraduría, la Contraloría, la Fiscalía, la Defensoría y el Control Territorial.
Tras una desmovilización, el Gobierno deberá aprobar la creación de una circunscripción especial campesina o para la paz con financiación del Estado que garantice la representación en las corporaciones de elección Popular con tres curules en los concejos, tres en las asambleas, dos en la Cámara, y 10 en el Senado, dice otra proposición.
En relación a la elección de los cargos de elección popular se recibieron proyectos que promueven la reelección máximo por dos periodos consecutivos.
Elección de magistrados
Las propuestas alcanzaron para proponer un revolcón al sistema de elección de los magistrados de las altas cortes y los órganos de control.
En este sentido se plantea la elección popular de magistrados y de jefes de órganos de control y prohibir su reelección, que de acuerdo con la Constitución es facultad de las altas cortes. De la misma forma se busca no reformar la Constitución sin consulta previa a la ciudadanía, en relación con las más de 30 que ha tenido la Carta Magna desde 1991.
Con el fin de buscar la estabilidad política de las regiones, se plantearon arreglos políticos del poder compartido que permitan una mayor estabilidad del posconflicto. Gobiernos locales en coalición temporal.
FF.MM. mixtas
Las propuestas de participación política alcanzaron a las Fuerzas Militares. En este campo se planteó el poder compartido en el plano militar que involucre a los mandos medios y a los sectores de base de las organizaciones armadas ilegales, generando una fuerza pública mixta en camino de institucionalización.
Incluso, se lanzó la idea de reducir a las Fuerzas Militares, así como la desmilitarización del territorio, la democratización ideológica de las Fuerzas Militares y la participación política de los uniformados. Las audaces propuestas plantearon la desintegración de la Policía Antidisturbios.
También se expuso que los exguerrilleros puedan suscribirse a los partidos políticos existentes, las cuotas de participación para insurgentes y que los desmovilizados tengan por dos periodos consecutivos curules en el Congreso.
Adicionalmente se incluye acabar con las extradiciones de guerrilleros, el restablecimiento de elección de presos políticos y la participación de estos en una eventual Asamblea Nacional Constituyente.
El cambio de la sanción punitiva por una restaurativa. Perdón e indulto por la reconciliación nacional.
Para todo lo anterior se contempló la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente para la refrendación de los acuerdos de paz de La Habana.
Son más de 400 propuestas que serán entregadas el 20 de mayo a los voceros del Gobierno y la guerrilla que dialogan en Cuba.
El Foro contó con la Participación de 1.265 personas; de ellas 154 en representación de partidos políticos, 146 de movimientos políticos, 143 de sectores campesinos y 139 de mujeres.
Personalidades mundiales enviaron un mensaje de apoyo al proceso de paz en Colombia. Entre ellos estuvieron el ex secretario General de las Naciones Unidas, Coffi Anan; los premios Nobel de Paz, Adolfo Pérez Esquivel y Rigoberta Menchú; así como el presidente de Uruguay, José Mujica.