Mientras los grandes clubes del viejo continente se disputan sus fichajes y ambos se aprestan a brillar en 2014, aquí recordamos sus pasos dados.
Por: Esteban Lugo, Deportes EL NUEVO SIGLO
Muchos se siguen preguntando “de qué” juega Juan Guillermo Cuadrado. Aunque comenzó como lateral, y ha ocupado posiciones como carrilero, lo cierto es que Cuadrado se ha convertido en una avalancha de fútbol que ocupa todo el terreno de juego y revitaliza a sus equipos siendo especialmente útil para los contraataques. De hecho, Cuadrado arrancó de delantero cuando arrasaba en los potreros de su Necoclí natal. Sin embargo, por recomendación de Nelson Gallego fue atrasando sus posiciones hasta debutar en el profesionalismo, con el Deportivo Independiente Medellín de Juan José Peláez, como lateral derecho.
A partir de ahí, la historia es más conocida, sus brillantes inicios en el fútbol colombiano y las convocatorias de Hernán Darío “Bolillo” Gómez lo llevaron a Europa donde inicialmente el Udinese y posteriormente el Lecce disfrutaron de sus gambetas, aunque no podían darle los minutos necesarios.
Por eso, fue la Fiorentina el equipo que creyó completamente en él y le dio la titularidad sin dudarlo. “La Vespa”, como le dicen sus compañeros del club viola ha jugado en la temporada y media que lleva en su actual club 59 partidos, de los cuales son 48 de liga, 4 de copa doméstica y 7 de competición europea. Ha marcado 10 goles, de los cuales 7 son por el torneo liguero y 3 por el europeo. Estos números tienen cautivada a la Juventus de Turín, pero grandes de Europa como Real Madrid, Bayern de Múnich y Borussia Dortmund también lo tienen entre ojos.
Para José Pekerman, Cuadrado ha sido fundamental, y aunque todavía conserva esa tendencia a destacarse más cuando entra como suplente en los segundos tiempos, el país futbolero hace rato lo considera fundamental para el combinado patrio, preferiblemente como volante por derecha. Así sea en los segundos tiempos, Colombia espera que su sociedad con James Rodríguez le dé grandes alegrías al país en Brasil 2014.
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Los 143 goles que Jackson Martínez lleva en su carrera son fruto no solo de la constancia y la dedicación, sino de ser un jugador de potencia, letal en el cabezazo, y con un olfato goleador a toda prueba. Grandes clubes europeos como el Arsenal, a quien el de Quibdó ya declaró su amor públicamente, lo tienen en sus listas pero es claro que el Porto, presidido por el hábil negociante Jorge Pinto de Costa, no lo dejará ir sin al menos unos 50 millones de euros en sus arcas.
Pero mucho antes de su deslumbrante realidad, Jackson Martínez era un entusiasta jugador de los clubes aficionados Deportivo Encizo y Coopebombas en Medellín. Allá lo vio Pedro Sarmiento y lo llevó al “Poderoso de la Montaña”, donde debutó en el profesionalismo en 2004. Sin embargo, tuvo que esperar cuatro años más y tener una larga lista de competidores en su puesto para poder, en 2008, consolidarse en la titular de su equipo y marcar once goles en esa temporada.
Al año siguiente y tras una lesión que lo marginó en el primer semestre, se destapó marcando 18 goles, rompiendo así el récord de Leider Preciado en torneos cortos y logrando ser un habitual de las convocatorias de la Selección Colombia, en ese entonces bajo el mando de Eduardo Lara. Gracias a todo esto, y tras casi “perderse” con una fallida oferta del fútbol de Corea, se fue a México a jugar con Jaguares de Chiapas.
En la tierra del Subcomandante Marcos, Jackson fue la sensación superando en promedio un gol cada dos juegos, puesto que en 68 compromisos marcó 36 tantos en todas las competencias. Esto fue captado por el radar de Pinto da Costa y, como suele pasar con el dirigente portugués, sí que acertó, pues el rendimiento de Jackson en Portugal ampliamente superó los números en México y Colombia, con un promedio goleador de 0,70 gracias a sus 47 tantos en 67 compromisos.
Pese a semejante presente goleador, Martínez sigue esperando su oportunidad en la selección Colombia y es que, aparentemente, para Pekerman es el relevo directo de Radamel Falcao García, a quien prefiere acompañar más con el polémico Teófilo Gutiérrez. Pero es claro que en este año de Mundial, todos los atacantes tendrán que mantener un rendimiento estelar y para Jackson Martínez, eso solo significa una cosa: seguir como hasta ahora.