La guerrilla exigió proscribir las doctrinas contrainsurgentes, así como eliminar el Escuadrón Antimotines y Disturbios (ESMAD) de la Policía, entre nueve propuestas lanzadas en los diálogos de paz de La Habana.
"La transformación estructural de la cultura política incluye la proscripción de las doctrinas contrainsurgentes y, en especial, de la doctrina de la 'seguridad nacional', señaló la guerrilla en un comunicado leído a la prensa por Marcos Calarcá, miembro de la delegación que negocia un acuerdo de paz con el gobierno colombiano.
Según las FARC, estas doctrinas fueron "impuestas por el Pentágono y la Escuela de las Américas (de Estados Unidos) en tiempos de la 'guerra fría' y adoptadas como doctrina de las Fuerzas Militares del Estado" colombiano.
Calarcá exigió asimismo la eliminación del ESMAD, un escuadrón de la Policía Nacional colombiana especializado en la represión de manifestaciones y disturbios, cuyos detractores alegan que emplea una fuerza abusiva.
"Se procederá al desmonte del Escuadrón Antimotines y Disturbios, ESMAD. En lugar de la represión y el uso desproporcionado de la fuerza, se propiciará el diálogo y la solución negociada de los conflictos políticos y sociales", añadió.
Ambas partes, que discuten en el presente ciclo de conversaciones de paz el tema de la participación política, están enfrentadas por el mecanismo de refrendar un eventual acuerdo de paz que ponga fin a un conflicto armado de casi medio siglo.
Mientras el gobierno del presidente Juan Manuel Santos propuso un referendo que valide un acuerdo de paz, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) exigen que lo haga una "asamblea nacional constituyente".
Este desacuerdo --el mayor obstáculo que han enfrentado ambas delegaciones en los 10 meses de negociaciones-- ha provocado la suspensión del envío de una delegación del Congreso colombiano, que visitaría La Habana este miércoles para hablar con las FARC sobre el proyecto de referendo.
El actual ciclo de pláticas de paz culminará el jueves.
La delegación del gobierno, que preside Humberto de la Calle, no formuló declaraciones a su llegada al Palacio de las Convenciones de La Habana, sede de las negociaciones, iniciadas en noviembre de 2012./AFP