- A evitar nuevas tragedias
- Turismo e inversión favorecen la ciudad
CARTAGENA pasa por una de las mayores crisis de su historia, desde el desplome de la estructura del edificio Blas de Lezo que sorprendió a los trabajadores de esa construcción, de los cuales 21 perdieron la vida, dejando viudas y huérfanos, y 23 quedaron heridos, se han encontrado que gran número de construcciones en esa ciudad se han hecho sin cumplir con las normas legales. Los investigadores del colapso del Blas de Lezo encontraron que la obra se inicia con la modalidad delictiva de la licencia falsa, dado que el terreno de 340 metros no reunía las condiciones para levantar la estructura adecuada y contradecía las normas del POT… Los cómplices en la Alcaldía favorecieron la ilegalidad, lo mismo que las entidades bancarias ligadas al proyecto, al que se atrajo a personas inocentes que invirtieron para tener vivienda propia, sin saber que los rondaba tan dolorosa tragedia.
El Alcalde local y sus agentes intentan desviar la investigación, manipular a los medios de comunicación y desinformar a la opinión. No sirvió de nada porque las evidencias incontrastables mostraron que la Constructora Quiroz, a cargo de la obra, promotora y vendedora de la edificación, incumplió las disposiciones legales sobre normas sismo resistentes, gracias a que contó con una cuadrilla de empleados públicos y cómplices a su servicio. Por ello y por otras comprobadas irregularidades el año pasado se abrió investigación al mandatario Manuel Duque, quien además está preso por la contralora distrital Nubia Fontalvo, así como el concejal Jorge Useche y a José Vásquez. Ellos y otra docena de funcionarios deben responder por diversos delitos, entre otros, concierto para delinquir y tráfico de influencias.
Por la detención del funcionario local, asume un encargado la Alcaldía, dejado por su antecesor, sin que el presidente Juan Manuel Santos, que viaja con frecuencia a la ciudad amurallada, nombre un funcionario propiedad, como reclaman las fuerzas vivas de la urbe. Y es precisamente por esa interinidad que no se han podido corregir, en forma debida, los entuertos oficiales ligados a la informalidad de la construcción.
A pesar que la caída del edificio Blas de Lezo conmovió a la ciudad y a los colombianos, la ilegalidad en materia de construcción en Cartagena sigue. Nada parece detener a los Quiroz y otros constructores en su codicia e irresponsabilidad criminal.
Muchos constructores con complicidad de algunos funcionarios han levantado o levantan edificaciones sin cumplir con las normas exigidas, poniendo en riesgo de muerte a decenas de personas. Sin duda carecen de escrúpulos y su afán es solo el negocio y aumentar sus ingresos.
El señor Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, dispuso la semana que termina varias investigaciones basadas en un estudio de la Universidad de Cartagena que denuncia que 16 edificaciones, algunos habitados y otros en obra, están el alto riesgo de colapso por diversas fallas en su construcción.
Fue por ello que una juez de Cartagena ordenó la evacuación de 108 familias que residen en estos lugares denunciados, pero los propietarios se negaron a ser trasladados al albergue temporal que determinó la Alcaldía para esos efectos y exigen que se realice un nuevo análisis técnico de los edificios, 14 de los cuales fueron levantados por los hermanos Quiroz, hoy con detención domiciliaria por la tragedia del Blas de Lezo.
Por su parte, el procurador general de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, pidió a la Alcaldía que evaluara de inmediato otras 61 edificaciones que, al parecer, no cumplen con las normas urbanísticas. Advierte Carrillo que 77 edificios fueron construidos con irregularidad en sus licencias y con graves falencias estructurales. El reclamo del jefe del Ministerio Público es elemental: que se cumpla la ley y se haga un estricto seguimiento a los proyectos urbanísticos para evitar que se sigan aprobando construcciones con documentos falsos y eludiendo las fallas estructurales, así como vulnerando los derechos de los ciudadanos y poniendo en riesgo su vidas.
Carrillo reclama una rápida y transparente solución al “entuerto” de la edificación Acuarela, que debe ser demolida porque obstruye la visión del Castillo de San Felipe y al parecer no cumplió con todas las normas de la licencia de construcción.
Es de anotar, que en la gran mayoría de todos los desarrollos urbanísticos, tanto de hotelería como proyectos residenciales se han cumplido con los requisitos de ley y normas de seguridad por lo que no tienen vulnerabilidad alguna. El mundo sabe que Cartagena es una de las ciudades más bellas y atractivas, por eso su alto flujo de turistas y el amplio portafolio de negocios para invertir.