Las 8 claves del nuevo Congreso de la República | El Nuevo Siglo
Domingo, 20 de Julio de 2014

Con la articulación del acuerdo de paz como principal misión y la de aterrizar el posconflicto como tarea a mediano plazo, el Parlamento que se posesiona hoy tiene mayorías gobiernistas pero una oposición con más eco y juego políticos. La medición de pesos pesados estará para alquilar balcón, sobre todo a la hora de discutir el alcance de las reformas de fondo, en especial la judicial y la política, aunque en el flanco económico lo tributario, minero y de salud exigirán mucho trabajo. Análisis EL NUEVO SIGLO

 

1.  COALICIÓN SIGUE AL MANDO

Si bien es cierto que el uribismo debuta con una bancada de 40 parlamentarios, entre senadores y Representantes, la coalición de Unidad Nacional continúa con amplias mayorías en ambas cámaras legislativas. En el Senado, por ejemplo, la suma de los 21 escaños de La U, los 18 conservadores, los 17 liberales y los 9 de Cambio Radical darían una base de 63 votos gobiernistas, suficientes para dominar el ritmo legislativo. En la Cámara sucede algo similar pues La U tiene 31 escaños, los conservadores 26, liberales 34, y Cambio Radical 15, lo que significa que el dominio de la coalición es sobre más de 106 bancas, de lejos un amplio margen para dominar las votaciones y toda la agenda. Superada la división que se presentó en la contienda presidencial, es claro que la bancada conservadora se alineará con la Casa de Nariño, según se ha desprendido de los pronunciamientos de los líderes azules. A lo anterior hay que sumarle que es muy posible que los 5 congresistas de Opción Ciudadana  puedan sumarse en determinado momento a la coalición mayoritaria, lo que haría aún más evidente el dominio de las mayorías gobiernistas. Y, como si fuera poco, si bien el Polo y la Alianza Verde han sostenido que se mantienen en la línea independiente, es muy probable que en determinados temas hagan causa común con la Unidad Nacional, visto que es casi improbable que se alineen con las tesis del uribismo. Así las cosas, es claro que este Gobierno arranca con una coalición un poco menor a la que imperó durante su primer mandato, pero suficiente para garantizar la aprobación de la agenda y evitar un bloqueo por parte de la oposición, en especial la del Centro Democrático. La elección del Contralor, a cargo del pleno del Congreso, será el primer termómetro para saber el ajedrez de las fuerzas.

2.  PESOS PESADOS Y NUEVAS FIGURAS

Si hay algo que distinguirá al Parlamento que hoy arranca su primera legislatura es que, como no ocurría hace muchos años, en sus escaños tendrá a varios pesos pesados de la política que regresan al Congreso después de haber estado o peleado por llegar a lo más alto del poder. A la cabeza estará Álvaro Uribe, dos veces presidente. También regresa a las lides parlamentarias Horacio Serpa, tres veces candidato presidencial por el liberalismo, así como exministro y exprocurador y expresidente de la Asamblea Constituyente. Igual se sentará en el Senado Antonio Navarro, exguerrillero, exministro, excandidato presidencial y expresidente de la Constituyente. Ellos compartirán curules con congresistas de largo aliento y trayectoria como el conservador Roberto Gerlein, el izquierdista Jorge Enrique Robledo o el liberal Juan Manuel Galán  (hijo del asesinado Luis Carlos Galán). Entre las figuras nuevas que llegan al Congreso estarán Carlos Fernando Galán (hermano del anterior parlamentario) y la columnista y analista Claudia López, denunciante de la parapolítica y una de las votaciones más altas en marzo pasado. Aunque ya venía en la Cámara, es obvio que el salto al Senado del parlamentario Iván Cepeda (Polo) le pone picante a la política pues es enemigo declarado del expresidente Uribe. Igual estará en el Senado la exfiscal general Viviane Morales. En la Cámara deben resaltarse perfiles como los de los congresistas Rodrigo Lara (Cambio Radical) o David Barguill (Conservador). Como se ve, con semejante cartel de nombres de postín así como el trabajo del resto de los parlamentarios nuevos y reelegidos, es claro que Colombia tendrá un Congreso que dará mucho de qué hablar y en el que los debates y las peleas de fondo estarán a la orden del día. Será un campo de batalla política del más alto espectro.

3.   OPOSICIÓN MINORITARIA PERO…

Que desde el primer año del gobierno Santos quedó claro que el jefe de la oposición es el expresidente Uribe todo el país lo sabe. Sin embargo, siempre se dijo que si bien el exmandatario, con sus pronunciamientos altisonantes y el alud de tuits diarios, hacía mucho ruido y mantenía eco mediático, al final de cuentas su efecto político real y efectivo era poco ¿Por qué? Por una sola razón: no tenía poder alguno que le permitiera traducir su posición crítica en una acción contundente contra el Ejecutivo. El expresidente buscó desesperadamente acceder a esas cuotas de poder en las regionales de 2011, en donde la mayoría de los candidatos que avaló se quemaron, así como en la reciente contienda presidencial, en donde su ahijado político, el exministro Oscar Iván Zuluaga, perdió por más de un millón de votos frente a Santos, quien por momentos vio embolatada su reelección pero al final triunfó en las urnas y se hizo a un nuevo mandato. Pero no todas las perdió el exmandatario, pues su decisión de fundar un nuevo partido y ser cabeza de lista al Senado rindió algunos frutos, ya que el Centro Democrático conquistó en marzo pasado un total de 40 escaños, de ellos 20 en el Senado. Aunque aspiraban al doble de curules, lo cierto es que ahora tendrá Uribe lo que buscó por tres años: poder. Si bien la bancada uribista es minoritaria frente a la Unidad Nacional, más aún después de que no convenció a algunos conservadores de hacer causa común, es evidente que tendrá en el Congreso vitrina, herramientas políticas, legislativas, electorales y jurídicas para tratar de atravesársele a Santos, sobre todo en el proceso de paz y las reformas política y judicial. Uribe y su bancada no dominan el Parlamento, es cierto, pero ahora harán más que ruido político y mediático, sin duda.

4.  EL CONGRESO DE LA PAZ

Aunque siempre suele decirse cuando arranca un cuatrienio que el Congreso que se posesiona será el encargado de aterrizar la paz, ya sea por la vía de la negociación o la militar, lo cierto es que el Senado y la Cámara que hoy inician labores sí tendrán, por primera vez en varias décadas, como principal tarea y misión la de instrumentalizar las leyes que den paso a una paz duradera en el país. Si todo sale como está programado, antes de diciembre se podría estar firmando el  acuerdo de paz con las Farc y ya para entonces tendrá que estar en marcha la negociación con el Eln con miras también a un pacto definitivo en este aspecto. Si ello se concreta, entonces la primera misión del Congreso será nada menos que el trámite del referendo, consulta popular o el mecanismo que se escoja para que la ciudadanía refrende en las urnas si acepta o no lo pactado con las guerrillas. No será una tarea fácil, puesto que es seguro que el uribismo tratará de frenar o condicionar el articulado. De otra parte, también le corresponde a este Congreso la misión de convertir en leyes y reformas constitucionales el acuerdo para acabar con la guerra. Si bien ya se aprobó el Marco Legal para la Paz, este contempla que se tramiten leyes puntuales para implementar lo pactado con la subversión y aprobado por la ciudadanía. Temas como la reforma rural, la participación política de los reinsertados o el nuevo marco de lucha contra el narcotráfico no serán fáciles de traducir en normas aplicables y objetivas. Si esa reglamentación se llegara a demorar o sufrir trabas en el Parlamento, siempre se corre el riesgo de que la subversión se eche para atrás alegando incumplimientos por parte del Estado o algunos frentes reincidan en la delincuencia, como ya pasó con los grupos paramilitares.

5.  VIABILIZAR EL POSCONFLICTO

Para no pocos analistas y expertos en procesos de paz, si bien el Congreso tiene como tarea principal tramitar el referendo refrendatorio de los acuerdos con las guerrillas y luego aprobar las leyes y reformas que apliquen normativamente los pactos para la terminación definitiva del conflicto, la misión más difícil vendrá después. Esto es cuando tenga que adecuar toda la agenda legislativa al posconflicto, que requerirá reformas transversales en todos los aspectos políticos, sociales, económicos, poblaciones, militares, de seguridad e institucionales. Si bien en el país ya este término se utiliza con relativa frecuencia e incluso se afirma que se está trabajando en marcos legales y prácticos de posconflicto, lo cierto es que aún no se comprende en toda su extensión lo que este significa y exige. Salvo la Ley de Reparación a Víctimas y Restitución de Tierras (vigente e implementándose), no hay en el país un marco normativo constitucional, legal y reglamentario coherente sobre lo que es verdaderamente el posconflicto. Es más, hay quienes confunden los mecanismos a los que se acudirá para facilitar el desarme y reinserción a la vida civil, política, social e institucional de los guerrilleros, con lo que es el posconflicto.  Este último, por ejemplo, demandará grandes cantidades de recursos para garantizar que las zonas afectadas por la violencia salgan del desatraso y abandono, pues de lo contrario el caldo de cultivo para la sublevación quedará intacto, así ya no sea en cabeza de las Farc, el Eln o las autodefensas. Es más, hay naciones que han superado guerras y firmados tratados de paz y que luego han durado muchos años e incluso plazos superiores a una o dos décadas para aclimatar de forma objetiva y real lo que es el posconflicto. En esta tarea el Congreso que hoy arranca tienen mucho camino por delante.

6.   UN AMPLIO MENÚ DE REFORMAS

Es tal la cantidad de reformas de alto espectro que se ha anunciado en el arranque de este Congreso, que ya hay expertos que consideran que se está ante la posibilidad de una modificación constitucional y legal de fondo, pero por vía parlamentaria, dado que el Gobierno y su coalición desechan de entrada la posibilidad de una constituyente, opción en la que, paradójicamente, coinciden tanto el uribismo como la guerrilla. En el tintero, de entrada, está la urgencia de un ajuste estructural a la Rama Judicial, pues es claro que urge una solución a los choques de trenes por linderos jurisdiccionales entre las altas Cortes, quitarles las funciones electorales y de postulación, cambiar el sistema de escogencia de magistrados, nuevas reglas para juzgar a altos funcionarios aforados,  ordenar la acción de tutela, cambiar periodos de los magistrados, la reforma a las facultades de la Procuraduría y acabar con el Consejo Superior de la Judicatura… También deberá este Congreso meterle diente a la reforma a la educación. No hay que olvidar que a mitad del primer mandato de este Gobierno se presentó un proyecto al respecto (limitado a la educación superior) pero la presión del paro estudiantil obligó a retirarlo. Aunque la iniciativa ha estado en estudio y consenso desde entonces, es evidente que ya no da más espera, y menos después del pésimo desempeño de los estudiantes colombianos en pruebas internacionales estandarizadas como las PISA. La reforma a las CAR también sigue en la agenda así como la de las consultas previas a indígenas y afrodescendientes.

7.  REINGENIERÍA POLÍTICA

Sin embargo, si de reformas se trata es obvio que la más importante para el Congreso que hoy arranca será la del sistema político. De entrada ya el propio Mandatario reelecto puso un tema duro sobre la mesa: eliminar la reelección presidencial y ampliar los periodos de Jefe de Estado, gobernadores y alcaldes a cinco o seis años. Ello obligaría, otra vez, a reformar el sistema de pesos y contrapesos entre los poderes públicos. También está en la mira si se mantiene el voto preferente en las listas de los partidos a cuerpos colegiados de elección popular. Igual se habla de un cambio que permita volver directamente a la figura del Senado por circunscripción regional, u optar por un sistema mixto en donde puedan elegirse unos de manera nacional y otros departamentales. A ello hay que sumarle propuestas para establecer el voto obligatorio, facilitar el trasteo partidista, ajustar más la financiación de los partidos y las campañas proselitistas, modificar las facultades del Consejo Nacional Electoral, volver a calcular el umbral electoral y hasta cambiar el mecanismo mediante el cual los parlamentarios pueden gestionar ante el Gobierno los cupos indicativos presupuestales para financiar obras y proyectos en sus regiones. A ello hay que sumarle que esa misma reforma política deberá ajustar el sistema a lo que pueda acordarse con las guerrillas para la participación política de los reinsertados e incluso meterle mano a los mecanismos de participación popular, toda vez que figuras como la revocatoria del mandato o el referendo se están trabando por los altos requisitos legales o los vicios propios de la política colombiana. Incluso, es muy posible que aquí se le meta mano nada menos que a la eterna controversia sobre si los funcionarios públicos puedan participar en política partidista.

8.  AGENDA ECONÓMICA CONGESTIONADA

Volver a presentar, por ejemplo, el proyecto ratificatorio del TLC con Corea del Sur será clave pero difícil, pues esa iniciativa se hundió ya en el primer semestre.

Pese a que el Parlamento tiene andando en las comisiones económicas algunas iniciativas, el Ejecutivo ya ha anunciado que contempla la posibilidad de tramitar una nueva reforma tributaria. Mantener el 4xmil o el impuesto al patrimonio no será una batalla fácil de dar, como tampoco las medidas para seguir combatiendo la evasión y la elusión en impuestos.

Otra de las reformas urgentes es el proyecto de Código Minero y de Hidrocarburos, clave para organizar este sector de la economía, así como mantener al país por encima de un millón de barriles diarios de crudo producidos.

También está en el tintero la reforma a la salud, pues a pesar de tener lista y vigente una ley estatutaria, el país requiere una reforma al sector, sobre todo para regular la calidad del servicio, las coberturas, estudiar lo concerniente a los cambios en las EPS, el salvamento financiero a clínicas y hospitales y otros temas que contenía el hundido proyecto de ley de reforma. Si bien mucho se puede tramitar vía decreto y reglamentaciones, hay asuntos que urgen un desarrollo legal.

La reforma agraria, que debería tramitarse a través de un nuevo proyecto de Estatuto de Desarrollo Rural, seguramente se aplazará en espera de que se concrete el acuerdo con las Farc, pues el segundo punto se refiere a este aspecto.

Hay otro amplio menú de proyectos de ley como aquel prometido por Santos para revivir el pago de horas extras y recargos nocturnos. Aquí la pelea con Uribe, en cuyo gobierno se desmontaron esas gabelas laborales, será complicada. 

De otro lado, viene el cuarto intento por una ley que reforme la fórmula de fijación de los precios de los combustibles.

Igual ya se ha anunciado una nueva reforma al sistema de regalías, no sólo para agilizar la ejecución de los recursos, resolver algunos cuellos de botella a nivel regional sino dar más dinero a las regiones productoras, que siguen quejándose del drástico recorte a sus finanzas.

 

 

Tenemos que mejorar: Name

 

EL NUEVO SIGLO: ¿Su reto fundamental?

JOSÉ DAVID NAME:Primero sacar adelante la agenda legislativa que estará llena de proyectos de interés nacional, como la reforma a la salud, la educación, la política… y otras iniciativas parlamentarias.

ENS: ¿No teme presencia del expresidente Uribe como senador electo?

JDN:Él tiene deberes y derechos. Los deberes los tiene que cumplir, que es la Ley Quinta. Y sus derechos se los voy a reconocer, porque todos los congresistas los tienen. En esta presidencia habrá equilibrio y se respetará la posición de todos los partidos políticos.

ENS: ¿la Ley Quinta no está bastante desactualizada?

JSD:Vamos a presentar un proyecto para actualizarla.

ENS: ¿Qué papel jugará en los proyectos que tengan que ver con la paz?

JDN:Vamos a sacar adelante ese reto importante y apoyar los acuerdos en La Habana, para que se cumplan en su cabalidad.

El Gobierno tendrá que presentar algunos proyectos del posconflicto, que serán estudiados y aprobados por la Unidad Nacional.

ENS: ¿Qué puede esperar la oposición?

JDN:Equilibrio, respeto y que tendrán todas las garantías en la plenaria y en las comisiones.

ENS: ¿Frente al ausentismo qué hacer?

JDN:La Ley Quinta lo establece y lo diré el día de mi posesión, no como amenaza: tenemos que mejorar. Inclusive por el corto tiempo que tenemos y la agenda tan larga, el Congreso tendrá que trabajar martes, miércoles y jueves, inclusive a veces el viernes, para poder sacar las reformas que necesita el país…

Los congresistas no se van poder ir del recinto y dejar a la oposición sola.

 

Un Congreso honesto: Amín

 

EL  NUEVO SIGLO:- ¿Retos principales?

FABIO AMIN:-Lo primero recuperar la credibilidad y confianza en nuestra corporación, empoderarla en el corazón de los colombianos, haciendo la tarea bien, juiciosos, de manera responsable, con un Congreso transparente y abierto.

ENS:- ¿La agenda prioritaria?

FA:-Las anunciadas reformas del Gobierno, pero también estaremos atentos a las iniciativas que los parlamentarios y partidos radiquen.

ENS:- ¿Qué se plantea en la reforma política?

FA:-Se ha hablado de la posibilidad de la regionalización de Congreso, sobre todo en el tema del Senado; una corporación mixta, con elección de Senado nacional y también con representación de cada departamento o población, asegurando no menos de una curul para cada departamento. Se está revisando lo que tiene que ver con la (eliminación de la) reelección presidencial, y ampliar el periodo a 5 años o incluso 6. También lo que tiene que ver con la reelección en la Contraloría, Defensoría… Todos estos temas podrían ser discutidos en medio de una reforma electoral. Lo mismo lo que tiene que ver con las listas cerradas, voto preferente y lo electoral dentro de la justicia.

ENS:- ¿Qué puede esperar la oposición?

FA:-Todas las garantías para la discusión de los proyectos y también lo que tiene que ver con los debates de control político, con un manejo  juicioso de los tiempos, las convocatorias y reglas de juego claras en manejo del orden del día para la plenaria.

ENS:- ¿Teme la presencia del Centro Democrático en la plenaria de la Cámara?

FA:-No, para nada. El Centro Democrático va a permitir que cada vez más el debate se enriquezca. Estoy seguro que con los tiempos, con los voceros, con la organización de nuestro reglamento, de la Ley Quinta, podemos desarrollar unas plenarias en las que  se va a permitir hablar con tranquilidad, de manera transparente y abierta.

ENS:- ¿Qué hacer con el ausentismo?

FA:-Frente al ausentismo y frente a cualquier otra práctica que no sea juiciosa, vamos a tener mano dura a efectos que se le ponga orden al Congreso.

ENS:- ¿Se reformará la Ley Quinta?

FA:-Seguramente algunos miembros de la corporación llegaran con ideas de reforma, pero no conozco aún alguna iniciativa en ese orden.