Como parte de las oportunidades que se abrieron durante el encuentro de los ministros de Defensa del país, Juan Carlos Pinzón, y el de Brasil, Celso Amorim, surgió esta posibilidad.
Estas lanchas rápidas fluviales (pirañas) son producidas por Colombia en la ciudad de Cartagena.
Incluso, de ser así, tomaría fuerza la idea, expresada por el ministro Amorím al final del encuentro, de contar en un futuro con una flota fluvial conjunta que trabaje en la seguridad fronteriza.
De esta reunión quedó planteado avanzar en una alianza para la construcción de un avión de transporte militar que se adecue a las necesidades particulares de la región. Sería un desarrollo brasileño con participación colombiana.
Los avances se enmarcan en la decisión de poner en actividad una comisión binacional fronteriza para garantizar el control de las redes de narcotráfico, minería ilícita, trata de blancas y demás crímenes de carácter transnacional.