La situación en Siria se torna cada vez más dramática. Son cuatro millones de personas en condiciones desesperadas, sin recursos y más de 500.000 mil refugiados.
Los intentos de neutralizar al régimen de Damasco han resultado fallidos en el Consejo de Seguridad de la ONU, ya que China y Rusia, con poder de veto no han avalado sanciones al gobierno sirio.
La labor de mediadores como Kofi Annan no se concretó. Ahora el actual mediador internacional, Lakhdar Brahimi, pretende hacer algo. No obstante, el último diálogo que tuvo con el presidente Bashar al Assad no ofreció esperanzas de detener el derramamiento de sangre en el país árabe. Además, entre los rebeldes tampoco se advierte voluntad de ceder. Lakhdar Brahimi seguirá en Damasco hasta el domingo con el propósito de insistir en un consenso que pare la guerra en Siria, conflicto que en 21 meses ha dejado más de 44 mil muertos, centenares de exiliados y muchos heridos. Hay que destacar el esfuerzo de Brahimi por conseguir que se realice un encuentro entre los opositores y el gobierno. Le quedan estos días hasta el fin de semana para lograr su difícil objetivo.