La violencia se está incrementando en la costa del Pacífico colombiano, lo que está afectando seriamente la salud mental de la población, alertó Médicos Sin Fronteras (MSF).
En un informe publicado este jueves, la organización humanitaria registró un "incremento de la presencia e influencia de organizaciones criminales y otros grupos armados".
Según MSF, en zonas como Buenaventura y Tumaco -rutas del narcotráfico- la violencia sigue activa, persistiendo amenazas, homicidios selectivos, secuestros, desapariciones, agresión sexual, hostigamientos, extorsiones, entre otros.
"Este tipo de violencia tiene un claro impacto en la salud física y mental de las poblaciones de los municipios de Buenaventura, Valle del Cauca, y Tumaco, Nariño", afirmó Juan Matías Gil, jefe de misión de MSF en Colombia.
"Aunque las situaciones y necesidades de los pacientes vistos por MSF en estas ciudades no pueden ser extrapoladas directamente al resto del país, pueden ser consideradas como una aproximación plausible de la realidad en áreas urbanas y rurales de muchas provincias de Colombia", sostuvo.
Ambos puntos -con una población estimada de 600.000 habitantes- están bajo el azote de bandas criminales que se disputan el tráfico de droga a Estados Unidos, a través de Centroamérica. Colombia es el primer productor mundial de cocaína, según la ONU.
MSF, que opera en zonas remotas de Colombia desde 1985, dijo que atendió a unos 6.000 pobladores de Tumaco y Buenaventura entre 2015 y 2016 por problemas mentales derivados de la violencia.
Siete de cada 10 personas examinadas por los médicos enfrentaron casos de violencia, aun cuando los incidentes relacionados con el conflicto con las Farc "disminuyeron significativamente".
El informe "A la sombra del proceso de paz" examina los datos médicos recogidos por los equipos de MSF durante 2015 y 2016 en Buenaventura y Tumaco. Según las consultas de psicólogos y médicos de la organización a 6.000 pacientes, la exposición a eventos violentos y factores de riesgo provocó depresión (25%), ansiedad (13%), trastornos mentales (11%) y estrés postraumático (8%) a buena parte de la población.
A pesar de ello, la mayoría de los pacientes continúa "sin recibir un tratamiento integral", porque no tienen un lugar especializado y próximo al que acudir, explica Brillith Martínez, psicóloga de MSF en Buenaventura.
"Si una persona necesita atención psiquiátrica debe ir a Cali, a dos horas y media por carretera", agrega.
Existe un déficit de servicios de salud mental, "a pesar de las necesidades significativas de la población", explicó Gil.
En ese sentido, el organismo recomienda al Estado destinar más recursos para la atención mental de los pobladores.
Los datos de MSF muestran que sólo el 9% de los casos de violación fueron tratados dentro de las 72 horas posteriores al incidente, lo que limita la eficacia del tratamiento médico y aumenta el riesgo de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
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