En el museo del Louvre, un gran y fascinante cuadro, "La Venus del Pardo", pintado por Tiziano a pedido de Felipe II de España, está siendo restaurado desde hace varios años y quedará listo en 2014.
Instalada en el taller del Centro de Investigación y de Restauración de los Museos de Francia (C2RMF), la obra se muestra al desnudo, despojada de los barnices amarillentos y numerosas capas de pintura adicionales.
El genial colorido de Tiziano vuelve a quedar al descubierto. Una etapa mayor de la restauración iniciada en 2010, tras años de reflexión y estudios, acaba de cumplirse.
Queda la fase de los retoques, un procedimiento largo porque quedan varios huecos sin pintura alguna. El público podrá por fin redescubrir la obra a principios de 2015, tras 14 años de ausencia del museo, donde compartía la sala con la Mona Lisa de Leornardo Da Vinci.
Este óleo de más de 4 metros de largo por uno de altura, es la obra profana de formato más grande de Tiziano, (1488-1576). Conocido también bajo el nombre de "Júpiter y Antíope", la Venus del Pardo debe su apelación al nombre de una de las residencias de la familia real española.