El retroceso de más de 4 por ciento de la acción de Ecopetrol el jueves pasado, acompañado de un alto volumen de negociación, ha inquietado sobremanera a varios agentes de mercado.
Para el analista de Valores Bancolombia, Mauricio Amador Pilonieta, “este comportamiento pudo haber obedecido parcialmente a una toma de utilidades por parte de los inversionistas tras el fuerte desempeño exhibido desde agosto de 2010. Sin embargo, la caída de la especie se pronunció durante la jornada luego de nuevas declaraciones que apuntan a que el Gobierno planea vender el 3% de su participación actual”.
Sostiene el experto que, a pesar de la fuerte reacción del mercado, la noticia no debería tomarlo por sorpresa porque desde hace varios meses se ha hablado de la posibilidad de que el Gobierno venda hasta 10 por ciento de su participación con el fin de financiar proyectos de infraestructura, sobre todo luego de los fuertes inviernos que azotaron al país.
“Desde noviembre de 2010 se ha venido advirtiendo sobre esta posibilidad en los diferentes reportes de cobertura de la compañía y se ha incorporado dentro del balance de riesgos. Recordemos que cuando se realizó por primera vez el anuncio, la acción se ubicaba en sus máximos históricos ($4.745) y luego registró una corrección de 25% que se prolongó hasta julio de 2011”, explica el analista.
Vale la pena resaltar que el plan de venta total lo piensan llevar a cabo de manera gradual durante los próximos años, lo cual es bueno ya que permite aprovechar la positiva evolución que ha presentado la firma con respecto a su desempeño operativo. Su producción de petróleo y gas sigue en ascenso: aumentó 16% en el tercer trimestre del año. Además, esperan que el hallazgo de recursos y la incorporación de reservas le permitan incrementar aún más su vida media acercándose a su MEGA.
Los favorables resultados de la compañía en términos de utilidad neta permiten anticipar un dividendo del ejercicio 2011 (para ser distribuido en 2012) entre $250 y $280 por acción. Adicionalmente, es importante recordar que la venta se podría efectuar en el extranjero tras la emisión realizada por la compañía el año anterior, lo que le podría restar presiones bajistas a la especie localmente en la medida en que se espera que se haga en bloques y a inversionistas más estructurales.