La Unión Europea (UE) anunció el jueves que inició un procedimiento ante la OMC contra los aranceles impuestos por China a la importación de tubos de acero inoxidable, en un nuevo litigio que hace temer una guerra comercial.
"La Unión Europea pidió hoy consultas con China en la Organización Mundial del Comercio al respecto de los aranceles antidumping impuestos a las importaciones de tubos de acero inoxidable sin soldaduras provenientes de la UE", según un comunicado.
La consulta es la primera etapa del procedimiento, para hallar una solución de común acuerdo, antes de una eventual designación de un panel (grupo de expertos) a cargo de dirimir la cuestión.
"La UE piensa que los impuestos antidumping son incompatibles con las reglas de la OMC, tanto a nivel de procedimiento como en el fondo", según el comunicado que estima que los aranceles de 9,7% a 11,1% impuestos a los productos europeos penalizan de manera significativa su acceso al mercado chino".
La Comisión subraya que "las consultas en la OMC darán la oportunidad a la UE y a China de hallar una solución negociada". "Si las consultas no son fructíferas, la UE puede pedir después de 60 días la constitución de un panel para tomar una decisión", recuerda la Comisión.
El comisario europeo a cargo de Industria, Antonio Tajani, había anunciado el jueves por la mañana en París que Bruselas iba presentar una demanda ante la OMC.
Japón ya interpuso una demanda contra China por el mismo caso. El Órgano de Solución de Diferencias, encargado de gestionar los litigios comerciales entre los estados miembros de la OMC, designó en mayo pasado a un panel (grupo de expertos) para redactar un informe y proponer una solución.
El anuncio europeo se produce dos días después de la presentación por Tajani de un plan de acción para salvar el sector siderúrgico, duramente golpeado por las reestructuraciones, en particular las del grupo ArcelorMittal en Francia y Bélgica.
"En este plan, se dice claramente que hay que proteger a Europa contra la competencia desleal", recordó el jueves Tajani en una conferencia de prensa.
La demanda de la UE se produce en un contexto de escalada de tensiones entre la UE y China, con una serie de litigios que van desde los paneles solares a las telecomunicaciones, pasando por los tubos sin soldadura, la vajilla de cerámica o el vino.
Bruselas decidió la semana pasada imponer aranceles provisorios a las importaciones de paneles solares, células fotovoltaicas y demás componentes chinos, y acusó a las empresas chinas de competencia desleal.
Pekín replicó lanzando una investigación antidumping sobre los vinos importados de la UE, una medida que afecta principalmente a Francia, España e Italia. China ya había en mayo una investigación sobre los tubos sin soldadura.
El martes, el portavoz del comisario encargado de Comercio, Karel De Gucht, rechazó la idea de que una eventual demanda de la UE ante la OMC por los tubos de acero fuera una medida de represalia.
Subrayó que la preparación de un pedido de formación de panel en la OMC lleva meses y consideró como una mera "coincidencia" la multiplicación de los litigios en pocos días.
Lo cierto es que los contenciosos se acumulan. En mayo, la UE anunció la próxima apertura de una investigación antidumping y antisubsidios sobre el material y equipos de telecomunicaciones chinos.
El mismo día, la UE anunció la imposición de nuevos aranceles a las importaciones de vajilla de cerámica china.
Sin embargo, los europeos no presentan un frente unido ante los chinos. En el caso de los paneles solares se hallan divididos entre Francia, que aboga por una actitud determinada ante Pekín, y Alemania, primer socio comercial de China en la UE, que preconiza la prudencia.
Los europeos debatirán sus relaciones con China el viernes en una reunión de ministros de comercio del bloque en Luxemburgo, esencialmente dedicada al lanzamiento de negociaciones de libre comercio con Estados Unidos.