Los países de la Unión Europea (UE) lanzaron este lunes el proceso de normalización de sus relaciones con Cuba, suspendido desde hace diez años, para alentar al régimen comunista a proseguir sus reformas.
Reunidos en Bruselas, los ministros de Relaciones Exteriores de los 28 países de la UE dieron luz verde a las negociaciones que deben conducir a un "acuerdo de diálogo político y de cooperación" con la isla dirigida por el presidente Raúl Castro.
Las autoridades cubanas impulsan reformas que han abierto espacios a la iniciativa privada y facilitado los viajes al exterior.
"No se trata de una ruptura respecto a la política llevada a cabo en el pasado: queremos respaldar las reformas y el proceso de modernización en Cuba mientras seguimos expresando nuestra preocupación en lo relativo a los derechos humanos", declaró la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton.
"Espero que Cuba aproveche la oportunidad que se le ofrece", afirmó.
Este proceso podría durar "uno o dos años" si el espíritu en el que se lleva a cabo "es constructivo", señaló un responsable europeo.
El acuerdo permitirá asimismo "promover el comercio y las relaciones económicas", principalmente en el sector turístico, entre Europa y Cuba, agregó.
La UE suspendió su cooperación con la isla en 2003 tras una ola de represión durante la cual 75 disidentes -hoy liberados- fueron condenados a severas penas de cárcel.
Desde la reanudación de un diálogo entre las dos partes en junio de 2008, Cuba firmó acuerdos bilaterales con quince países de la UE. Desde ese año la Unión han destinado unos 80 millones de euros (110 millones de dólares) en ayuda al desarrollo a la isla.
Los países de la UE decidieron conservar, por el momento, la "posición común" adoptada en 1996 que condiciona los vínculos con La Habana a los avances en materia de derechos humanos.
Este mantenimiento fue exigido por los miembros de la UE menos favorables a cualquier cambio de actitud en relación a la isla, como Polonia y República Checa, dos países excomunistas.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, afirmó sin embargo en enero pasado que la UE estudiaba la "posibilidad de revisar" la posición común sobre la isla.
Durante una visita el 17 de enero a Madrid, Barroso recordó que "tenemos una posición común sobre Cuba en el marco de las relaciones bilaterales pero, estamos, es verdad, analizando internamente la posibilidad de revisar esta posición, pero para eso necesitamos la unanimidad".
El presidente de la Comisión Europea precisó no obstante que "es muy importante que Cuba respete los derechos humanos, que no tenga presos políticos".
"Es muy importante la libertad de expresión, la libertad de asociación", había subrayado también durante una rueda de prensa conjunta con el jefe del gobierno conservador español, Mariano Rajoy. "Todo lo que se pueda hacer en Cuba para abrir el país a los valores democráticos será seguramente positivo", añadió entonces Barroso.
Apertura a las inversiones
La decisión de la UE de lanzar este proceso con la isla se produce además en un contexto de apertura de Cuba a las inversiones extranjeras, especialmente de América Latina.
Gran productor de cigarros y de azúcar, Cuba es además un importante destino turístico.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se dijo dispuesto a hacer evolucionar las relaciones con Cuba, pero su Partido Demócrata es minoritario en el congreso.
Obama y Raúl Castro protagonizaron un inédito apretón de manos durante el reciente funeral de Nelson Mandela, que los congregó --juntos a decenas de jefes de Estados de todo el mundo-- en Sudáfrica el pasado mes de diciembre.