Retirarse del debate sobre la reforma a la justicia, sumándose a la medida adoptada por el Consejo de Estado, decidió la sala plena de la Corte Suprema.
El organismo luego de varios debates encontró que la iniciativa no cumplía con los principios de un rápido acceso, celeridad y una justicia pronta y cumplida.
La determinación de la Corte también coincide con la de la sala administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, que consideró que el articulado tramitado en el Congreso es regresivo.
Cuando los magistrados del Consejo de Estado anunciaron su retiro, el ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, anunció que no desistiría de tratar de convencer a los magistrados para que vuelvan a participar en el trámite del proyecto; ahora le tocará redoblar sus esfuerzos para atraer también a los juristas de la Corte Suprema.
El presidente del Consejo de Estado, Mauricio Fajardo, afirmó en su momento que la propuesta de reforma que estudia el Congreso dista de las que fueron evaluadas entre el Gobierno y las Cortes.
“La propuesta del Consejo de Estado está completamente desdibujada, muy lejos de la respuesta congruente y coherente para contribuir a la discusión y desafortunadamente no ha tenido ninguna consideración”, lamentó Fajardo al justificar la decisión del alto tribunal de no seguir participando en el debate en el Congreso.
Esguerra se distanció de otro de los argumentos de los magistrados, según el cual no se está trabajando para la descongestión del sistema judicial, ya que, sostuvo, ese es uno de los frentes en los que se ha mostrado mayor interés por parte del Gobierno.
También los ponentes de la iniciativa lamentaron la decisión del Consejo de Estado, pero advirtieron que la iniciativa continuará su trámite con o sin el apoyo del alto tribunal.
El representante vallecaucano Heriberto Sanabria, del Partido Conservador, expresó que el proyecto continuará su trámite y ni siquiera el Gobierno podrá tomar una eventual decisión de retirarlo del Congreso, porque se trata de un asunto más que necesario.