LUEGO DE cinco años de haber sufrido uno de los peores desastres por culpa de la ola invernal, el país todavía no se recupera ante los retrasos en obras que se diseñaron para mitigar el efecto.
Lo preocupante para algunas regiones es que con muchas obras a medio terminar deberán afrontar la llegada del fenómeno de La Niña en septiembre. De acuerdo con un documento publicado por la Contraloría General, la mayor probabilidad de ocurrencia del fenómeno de La Niña pone en riesgo los recursos invertidos y existe la posibilidad de que el número de damnificados siga en aumento.
Los proyectos
Indica el reporte del órgano de control que macroproyectos como el Canal del Dique, La Mojana y Gramalote muestran notables rezagos en el avance físico de las obras y en su ejecución presupuestal. También es crítica la ejecución y entrega de bienes y servicios a la población damnificada, en sectores como vivienda, educación, acueducto y saneamiento básico, y salud.
Otro problema y de acuerdo con el análisis de la Contraloría es que existe apenas un avance del 25,4% en la ejecución ponderada de las obras civiles encargadas al Fondo Adaptación.
Sin duda la Contraloría General de la República prendió las alarmas por la crítica situación a que se enfrentan las regiones del país que se verían afectadas con la probable llegada del fenómeno de La Niña, en el segundo semestre del año.
El organismo de control publicó en el Boletín Macro Sectorial No. 01, que acaba de entrar en circulación, un análisis sobre lo que ha pasado con la reconstrucción de las zonas afectadas y los proyectos en ejecución, con una preocupante conclusión: “Resulta evidente que todos los sectores y macroproyectos presentan retrasos en la ejecución de las obras y una baja ejecución presupuestal respecto a lo programado en cada una de las vigencias”.
Estudios
Aunque se han cumplido metas referentes a estudios y diseños, no se han entregado la mayor parte de las obras previstas, lo cual hace que surja una inevitable pregunta: ¿Qué tanto estamos preparados para afrontar una temporada de lluvias de proporciones similares a la que sufrió el territorio colombiano entre finales del año 2010 y mediados del 2011?
Para la Contraloría, “la mayor probabilidad de ocurrencia del fenómeno de La Niña en el último trimestre del año, pone en riesgo los recursos invertidos y existe la posibilidad de que el número de damnificados siga en aumento, dependiendo del alcance de dicho fenómeno climático con base en los pronósticos recientes”.
El documento elaborado por la Contraloría Delegada para la Gestión Pública e Instituciones Financieras, evidencia el retraso en las obras y terminación de los proyectos, así como el riesgo en que se encuentran algunas regiones del país ad portas de un nuevo fenómeno de La Niña.
Llama la atención a la Contraloría que después de cuatro años de ocurrida la emergencia, no se ha cumplido con lo programado para la construcción, reconstrucción y mitigación del riesgo.
El panorama no es nada alentador:
*En términos generales, las metas están rezagadas respecto a lo establecido en el Conpes 3776 de 2013.
*Se han presentado demoras en la entrega de los bienes y servicios en todos los sectores.
*En algunos proyectos la ejecución presupuestal es baja con relación a lo asignado y los avances en las obras físicas están por debajo del porcentaje de recursos pagados.
*Se realizó una ponderación de los avances en las obras, con base en la participación que tiene cada sector en el presupuesto total, observando que existe un avance del 25,4% en la ejecución de las obras civiles encargadas al Fondo Adaptación.
Ejecución
Teniendo en cuenta la diferencia entre los recursos asignados y lo estimado en el Conpes 3776, además de que el Fondo Adaptación a diciembre de 2015 llevaba una ejecución presupuestal del 35% y se presentaron retrasos en los avances programados, se puede prever que algunos proyectos no serán finalizados o tendrá que reducirse el alcance de los mismos.
Para la CGR, la situación descrita agrava aún más la calamidad de los damnificados y por eso considera necesario llamar la atención sobre este punto.
Las obras
A la hora de afrontar una nueva temporada de lluvia en el país, el aspecto más relevante es la prevención y mitigación de los riesgos asociados a este evento y la evaluación que realizó la Contraloría muestra rezagos notables en la ejecución presupuestal y el avance físico de los Megaproyectos Canal del Dique, La Mojana, Gramalote, Jarillón de Cali y río Fonce:
*Macroproyecto Canal del Dique: A pesar de haberse estimado en el Conpes 3776 un presupuesto superior al billón de pesos, la asignación presupuestal a diciembre de 2015 para este macroproyecto fue sólo del 26% de lo aprobado inicialmente.
Adicionalmente, a diciembre de 2015 no se evidenciaron avances en las obras del proyecto, no obstante haberse ejecutado un 19% del presupuesto, lo que indica que hasta el momento la mayoría del presupuesto se ha destinado a rubros diferentes a la ejecución física de las obras, sumado al hecho de que apenas se ejecutó un 3% de las obras prioritarias y no se habían iniciado las obras principales.
-Macroproyecto La Mojana: La contratación en este proyecto presenta un porcentaje bajo al no alcanzar el 25% del presupuesto asignado, mientras que a diciembre de 2015 no se había culminado con la fase de estructuración del proyecto y apenas estaba iniciando la fase de intervención en la zona.
-Macroproyecto Gramalote: el traslado de este municipio del departamento de Norte de Santander marcha lentamente, ya que a diciembre de 2015 presentaba un avance de solo el 28% y los habitantes se han quejado reiteradamente por los atrasos. Inicialmente se esperaba que el proyecto culminara en el año 2016, pero esa meta ya no se va a cumplir. Ahora se estima que el costo del proyecto será del doble de lo presupuestado inicialmente en el Conpes 3776 y su terminación será para el año 2018.
-Macroproyecto Jarillón de Cali:El riesgo de inundación por los múltiples problemas que afectan la zona es inminente, sumado a los riesgos no mitigables relacionados con la población que ilegalmente se ha ubicado en la zona, que se calcula en 7.852 familias, las cuales necesitan ser reubicadas de manera prioritaria para evitar una tragedia.
Al cierre de la vigencia 2015 únicamente se observaron avances de un poco más del 25% en dos de las tres actividades propuestas en el Conpes; igualmente, la contratación y la ejecución presupuestal (33% y 20% respectivamente) son relativamente bajas para la urgencia que representaba este proyecto.
Macroproyecto río Fonce (en Santander):Al igual que en los otros proyectos, se ha visto un avance en las etapas de diseños y estudios, pero sigue rezagada la ejecución de las obras; no obstante, el avance es superior a lo identificado en otros proyectos. La contratación para este proyecto es cercana al 85%, sin embargo, la ejecución presupuestal no llega al 10%.
Sectores con menor avance por la ola invernal 2010-2011
Vivienda, Educación, Acueducto y Saneamiento Básico, y Salud son sectores que presentan avances críticos.
Vivienda:Para este sector se aprobaron recursos por $2,1 billones con el fin de atender 58.087 soluciones de vivienda que se identificaron en el proceso de priorización de proyectos.
Esta cifra contrasta con las más de 100.000 viviendas reportadas como destruidas en el censo realizado por el DANE, lo que significa que desde el comienzo del proyecto existieron diferencias considerables en las cifras de damnificados.
Adicionalmente, aunque ya fueron contratados más del 70% de los recursos asignados para este sector, y se pagó cerca del 40% de lo contratado, el número de viviendas entregadas al cierre del año 2015 apenas alcanzó el 18% de la meta del Conpes y la ejecución del presupuesto fue del 27% de los recursos aprobados para el sector, lo que indica que la mayoría de los damnificados sigue a la espera de la vivienda prometida.
Educación:Las acciones en este sector están enfocadas en la construcción de 361 sedes educativas en diferentes regiones del país, las cuales fueron priorizadas entre más de 1.000 instituciones educativas afectadas, lo que de antemano indica que se va a dejar de atender un alto porcentaje de las mismas.
A diciembre de 2015 solo se entregaron 45 sedes, lo que equivale a menos del 13% de la meta programada, a pesar de que ya se pagó el 35% del presupuesto asignado.
Acueducto y Saneamiento Básico:La emergencia ocasionó daños en la infraestructura de acueducto, saneamiento básico y recolección de basuras, lo que generó la suspensión parcial o total de estos servicios en 159 municipios de 22 departamentos, donde la zona urbana fue la más afectada.
A diciembre de 2015 el avance acumulado en las obras de alcantarillado fue inferior al 30% y en las de acueducto apenas superaron un 10%, lo que muestra un retraso en las obras con relación a la ejecución presupuestal, que mantiene en grave riesgo la salud pública en las zonas afectadas.
Salud:Las obras de este sector están enfocadas en la construcción o reconstrucción de las Instituciones Prestadores de Salud (IPS) que fueron afectadas, bien sea en su estructura física o en su dotación.
La ejecución de las obras de este sector se encuentra muy rezagada en comparación con la ejecución presupuestal, dado que a diciembre de 2015 solo se entregaron 6 instituciones de 67 que conformaban la meta (9%), mientras que la ejecución presupuestal es de cerca del 29%, situación que afecta a más de un millón de usuarios.