En entrevista con EL NUEVO SIGLO, el senador de La U habló sobre la metas de su región para este año.
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EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo observa el posconflicto en Colombia?

MANUEL ENRÍQUEZ: No puede  existir un posconflicto viable y sostenible en Colombia sin la plena participación de las mujeres. Una plena participación de las mujeres en una sociedad que evoluciona minuto a minuto requiere de su visibilización desde Nariño pasando por Antioquia, Putumayo. Es una oportunidad que tiene el Estado de  empoderar este grupo poblacional, a partir de su calidad humana y competencias.

ENS: ¿Cuáles el papel de la mujer?

ME: La mujer colombiana es hoy el corazón de la paz y de la democracia. En ella descansa el desarrollo del país, el fortalecimiento de la familia y el presente y futuro de una generación que se abre paso con una alta vocación de trabajo. Una generación que le dice no a la violencia, si a la paz. Históricamente en el país, la mujer ha luchado por la defensa de sus derechos. Nos encontramos en un momento de inflexión en Colombia, donde la mujer juega un fundamental en la construcción de la paz y del posconflicto. Desde diferentes sectores de la sociedad, clama por la erradicación de la violencia.

ENS: ¿Qué mensaje hace desde su departamento?

ME: Desde Nariño -como región golpeada por la violencia- edificamos una agenda legislativa en el período 2014-2018 orientada a la dignificación de la mujer. La defensa de sus derechos fundamentales y el mejoramiento de la calidad de vida, tras recordar que la mujer colombiana es una ciudadana con vocación de paz, y un alto trabajo social, que en su opinión, ha sido fundamental para la marcha del país a lo largo desde el contexto de la vida y la democracia.

ENS: ¿Qué papel juegan las regiones?

ME: Es muy importante que Colombia y la comunidad internacional conozcan el papel que ha jugado el Congreso en la construcción de la paz. Una tarea legislativa que no se detiene y que ahora, tiene en la mira al posconflicto. Medellín será el puente entre las regiones y el centro del país en un tema que está en la agenda pública.

ENS: ¿Qué decirle a la mujer?

ME: Gratitud a la mujer colombiana por su contribución a la paz, su amor y su alto sentido de trabajo en equipo, que ha permitido que la familia sea el núcleo de una sociedad que evoluciona y se transforma a partir de su posición geográfica como el caso del departamento de Nariño, desde sus 64 municipios.

ENS: ¿Cuál es la apuesta de su departamento?

ME: La puesta en marcha de la innovación agropecuaria, que permitiría a mediano y largo plazo no solo visibilizar ante los ojos de la comunidad internacional, las bondades del sector desde esta región colombiana, que le ha aportado tanto históricamente a la construcción como país, como fuente de integración binacional con el Ecuador y como punto de referencia en el planeta, a la hora de hablar de la diversificación de la economía. La meta es y será el impulso y promoción de soberanía alimentaria, liderado por el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos -en la recta final de su administración- Una  soberanía alimentaria entendida como el  derecho de la región a definir su propia política agraria y alimentaria, bajo un escenario de implementación del posconflicto, que se extenderá por dos décadas, donde el sector agrario debe y está llamado a jugar un papel fundamental el fortalecimiento del desarrollo económico.