La muerte de un oso | El Nuevo Siglo
Domingo, 31 de Enero de 2016

Cuando el hombre invade o afecta el hábitat de una especie, lo más seguro es que esta reaccione

Por Álvaro Sánchez

Especial EL NUEVO SIGLO

Hace algún par de años estuve escribiendo sobre las razones que, a mi modo de ver, justificaron la muerte de un hipopótamo (Pepe) en el Magdalena Medio, claro está que criticando abiertamente la forma en que se dio y las desagradables fotografías que al respecto se tomaron. Y la justificaba por cuanto el animal, llevado por el ser humano, se encontraba en un hábitat diferente y distante del suyo, al tiempo que se convertía en depredador de vegetación nativa endémica, amenazando en forma grave algunos de nuestros ecosistemas estratégicos. Hoy quiero referirme al salvaje asesinato de un oso de anteojos y a por qué no se debe aceptar que este tipo de acciones sigan ocurriendo.

¿Qué es? El llamado vulgarmente “Oso de anteojos” es, como su nombre lo indica, una de las  variedades de osos que existen en el planeta. Es endémico de las regiones de los andes, específicamente de las más boscosas y reciben ese nombre por la mancha entre blanca y café claro que la mayoría de los miembros de esta especie tienen alrededor de sus ojos, como en forma de antifaz. Es de anotar que cerca del 35% de los osos andinos o de anteojos no tienen dicha marca o, por lo menos, no es notoria a cierta distancia. Los osos andinos son de diversos tonos de piel que varían desde el café hasta el negro intenso, aunque entre ellos suele haber algunos pocos de tonalidad gris. Su mancha característica es una especie de huella digital y dicen los textos que no hay dos iguales, lo que permite su conteo y seguimiento.

El nombre científico de estos animales es “Tremarctos ornatus” y ha sido incluida en la lista CITES en el rengo de especies amenazadas y vulnerables.

 

¿Cuál es la población?

 

Se calcula que en Latinoamérica sobreviven entre 20 y 25 mil osos y todos ellos son de esta especie. Quizá el estudio más serio lo realizó el Instituto Peruano de Ecología, el cual habla de 24.000 individuos y una disminución con tasa creciente de dicha población. Esta es una de las especies de osos de las que hay menos información en todo el planeta. Sin embargo se sabe que no tiene costumbres similares a sus congéneres más conocidos y que no hiberna, lo que puede ser debido a la ausencia de estaciones en sus hábitats naturales. 

Es importante conocer los motivos por los cuales la población de este animal es decreciente y la culpa que de ello le cabe al ser humano. Veamos:

·       La reducción del espacio natural de su vivienda y reproducción, lo que obedece a diferentes motivos, como la expansión de la frontera agrícola, la deforestación masiva de estos espacios o la invasión del ser humano en sus espacios.

·       La pérdida de sus posibilidades alimenticias: la escasez de animales que sirvan de alimento a los osos y la desaparición de algunos tipos de raíces y cogollos hacen que los osos busquen su alimentación atacando al ganado, los cultivos e incluso a los mismos campesinos para evitar morir de hambre. Por este motivo son cazados por los colonos para preservar sus bienes.

·       La disminución de la caza de subsistencia: los osos de anteojos tienen una función definida en la cadena alimenticia y controlan las poblaciones de otros animales como el conejo, el venado, el armadillo o el tapir. La caza comercial de estos animales por parte del hombre afecta en forma notoria la estabilidad del hábitat de los osos.

Es notorio que la culpa, entonces, no la tiene el oso. El hombre está pagando un costoso tributo a la forma irresponsable en que ha acorralado la fauna y destruido la naturaleza. Aun cuando el oso tiene costumbres alimenticias definidas, es capaz de comportarse como un animal omnívoro y muta dichas costumbres tratando de sobrevivir. Si le quitamos su alimento y su hábitat ¿No es normal que trate de invadir el nuestro?

 

Comportamiento natural

 

Los osos de anteojos tienen en general comportamientos y costumbres definidos. Son muy tímidos con los seres humanos y solo se registran casos aislados de ataques a ellos, asociados casi siempre a defensa propia o de sus crías. Tampoco suelen atacar a los animales domésticos, aun cuando estos ataques si han aumentado por la búsqueda desesperada de alimento.

Los osos son territoriales en forma que llega a límites increíbles. Se sabe de osos alejados más de mil kilómetros de su sitio de nacimiento que han regresado a su lugar de origen por sus propios medios.

Los osos machos pesan cerca de 200 kilos y miden entre 2 y 2,20 metros de altura. Las hembras llegan a 180 kilos y miden cerca de 1,90 metros. Evidentemente cualquiera de ellos podría acabar con un hombre de uno o dos zarpazos.

A pesar de que se reconocen algunos animales como osos, como el “oso hormiguero” o el “oso perezoso”, estos pertenecen a otras especies y el único oso que existe en América del sur es el oso andino.

¿Por qué y cómo protegerlos?

 

Los osos andinos tienen muchas ventajas para el mantenimiento y protección de los ecosistemas en los cuales habitan naturalmente, en especial el conformado por bosques secos tropicales. Entre otras muchas cosas mantiene la vegetación en constante desarrollo por cuanto al comer frutos y cogollos altos abren entradas de luz que agilizan el crecimiento de nuevas especies vegetales.

Sin esta ayuda la vegetación incipiente no crecería en la misma forma y los bosques se avejentarían a una velocidad muy alta. Es hora de comenzar a reforestar el área que les hemos arrebatado con vegetación nativa que repueble sus hábitats normales. Esto permitiría que se invierta la curva de decrecimiento de la población de osos y les devolvería su papel de guardianes y médicos de los bosques.

De otra parte, los osos a través de su defecación diseminan semillas variadas, repoblando los bosques de las plantas que destruyen buscando su alimento.

Si Pepe debería morir para salvar los ecosistemas, también es cierto que los osos no deberían morir para poder protegerlos y quedo, como muchos otros colombianos, a la espera de que se descubra y castigue a quien o quienes mataron un oso de anteojos, cometiendo un crimen contra nuestros sistemas de bosques altos.

* alsanchez2006@yahoo.es@alvaro080255