La fuerza indígena de la Policía | El Nuevo Siglo
Domingo, 15 de Enero de 2012

El ingreso de los uniformados provenientes de los resguardos y comunidades étnicas permite a la institución armada una relación más directa y cercana con éstas.

Cada vez la Fuerza Pública es más incluyente. Y prueba de ello es que en la Policía Nacional no es raro ver hoy a indígenas, afrocolombianos, negros palenqueros y raizales, en muchos casos luciendo el vestido tradicional de su comunidad, pero con distintivos e insignias que los destacan como patrulleros y oficiales.
Como se sabe, en Colombia habitan diferentes grupos poblacionales que se auto reconocen como minorías étnicas. Entre ellos se encuentran indígenas, que representan 3,4% de la población; afrocolombianos, negros palenqueros y raizales, que equivalen a 10,5% de la población y la población rom o gitana que también tiene presencia en Colombia, encontrándose en la actualidad distribuidos en Kumpania.
Éstos últimos son la unidad social de agrupación gitana, localizadas en barrios de las ciudades o que se dispersan por familias entre las casas de los habitantes no gitanos y que mantienen sus vínculos culturales y sociales. Ellos hablan el idioma romaní.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), las 84 comunidades indígenas habitan en 710 resguardos y sus tierras son inembargables, imprescriptibles e intransferibles, como ocurre con las comunidades afrocolombianas que habitan en 159 territorios colectivos.
Desde la Constitución del 91 se fortaleció un proceso de reconocimiento, promoción y visibilización de los derechos y cultura de las minorías étnicas, gracias a una rica legislación y jurisprudencia diferenciada, así como a los esfuerzos gubernamentales para lograr la efectividad práctica de sus
derechos.
En ese marco, en la Policía Nacional vienen trabajando desde hace varios años en la incorporación de representantes de las minorías étnicas y en sus filas se encuentran indígenas wayuú y huitotos, negros palenqueros, raizales y afrocolombianos.

Arranque
En enero ingresaron a las escuelas de formación de Leticia, en Amazonas, seis indígenas huitotos y cien hombres y mujeres de la comunidad wayuú, en Uribia, en el departamento de la Guajira.
Los wayúu escogidos lucieron su ropa tradicional. Los hombres, sus wayucos y las mujeres las mantas y alpargates o cotizas guajiras.
Los elegidos fueron 80 hombres y 20 mujeres, todos de la etnia wayuú que ingresaron al nuevo Centro de Instrucción de la Policía Wayúu "Thorivio Kaporinche".
El teniente Severiano Velásquez, indígena wayuú, en diálogo con EL NUEVO SIGLO, cuenta que fue toda una novedad la presencia de los indígenas con sus trajes tradicionales, pues los hombres vestían sus wayucos y las mujeres las llamativas mantas guajiras.
Velásquez afirmó que, como era un acontecimiento nacional, la ceremonia de ingreso estuvo presidida por el entonces Director Nacional de Escuelas de la Policía, general Orlando Vale Mosquera; el gobernador de Guajira Jorge Eduardo Pérez Bernier y el alcalde encargado del municipio de Uribia Víctor Hugo Mejía Ducand.
Velásquez explicó que los indígenas wayúu son los primeros alumnos de "Thorivio Kaporinche", centro de formación que tiene como objetivo fundamental prepararlos como patrulleros de la Policía Nacional y proteger el desarrollo cultural y social de esta etnia, la más grande de Colombia.
“No fue fácil el proceso de incorporación, pues fue necesario adelantar un duro trabajo para reunir los perfiles, las competencias y por supuesto que el indígena tuviera la decisión de pertenecer a la Policía para servir no solo a su comunidad sino a todos los colombianos”, precisó el oficial.
“Estamos trabajando en las competencias genéricas de la institución armada y sobre todo fortaleciendo el servicio comunitario para atender las necesidades y requerimientos de la comunidad.
“Buscamos incrementar el aprendizaje, el liderazgo, las relaciones interpersonales y la condición física y esta promoción es un proceso histórico no solo para el país y la Policía Nacional sino para la etnia y para el departamento de la Guajira”, señaló.
De otra parte, a esta promoción también se sumaron alumnos de escasos recursos que fueron becados por la Policía y la Sección de Asuntos Antinarcóticos de la Embajada de Estados Unidos (NAS) y que egresaron de la Escuela de Policía Simón Bolívar en Tuluá, Valle; la Escuela de Policía Miguel Caicedo Mena de Yuto, en Chocó; y la Escuela de Policía Cilet en Leticia, Amazonas.
Velásquez precisó que “puedo decirle a los colombianos que es muy importante la apertura que hizo la Policía Nacional a las comunidades étnicas y en este caso a la comunidad wayuú de la alta Guajira. Es intención de la institución armada hacer un puente directo con las comunidades”.
Narró que cuatro indígenas wayuú son oficiales de la Policía Nacional: dos subtenientes y dos tenientes efectivos.
“En mi caso, es una experiencia maravillosa y formidable y me permitió abrir de una manera amplia mi visión como persona. También me permitió conocer y ampliar mis conocimientos sobre los colombianos, el país, las normas y leyes y estar más cerca con mi comunidad y de más etnias”, acotó.

Las mujeres
En cuanto al caso de las mujeres wayuú que visten la tradicional manta, pero esta vez de color verde, precisó que “se trata del traje tradicional que utiliza la mujer en la cultura wayuú en la Guajira. En este caso hicimos algunas modificaciones al uniforme institucional, sin que deje de ser uniforme con los colores y parte representativa de la Policía como el escudo y el kepis”.
Contó que “nosotros hablamos wayuú y también español. Claro que entre nosotros hablamos en wayuú. La intención de la Policía es tener a personas que vengan directamente de las etnias o comunidades indígenas, para tener una mejor comunicación y un mayor acercamiento. Por esta razón, en principio estamos destacados en los municipios de la Guajira, donde están los asentamientos indígenas”.
“Desde el principio las comunidades dieron el visto bueno y nos apoyaron para que ingresáramos a la Policía no como una alternativa de trabajo, sino para prestar un servicio no solo a nuestras comunidades sino a todos los colombianos, pues nuestra visión es servir, ayudar, corregir y ser transparentes en el ejercicio del trabajo para que nuestros conciudadanos también lo sean y trabajemos todos para alcanzar la paz y la concordia para que el país marche, como dice el presidente Santos, con la locomotora del progreso y del desarrollo”, precisó.
Recordó que cuando ingresó a la Escuela de formación policial sintió algo de miedo, de preocupación y curiosidad, pero luego fue creciendo el deseo de ser policía y “en mi caso de oficial, para amar más a mi patria y a mi comunidad y por supuesto a todos los colombianos”.
“Valió la pena, pues en el centro de formación se trabaja mucho, es decir es una formación integral en el deber ser de policía, el conocimiento de las leyes y normas, del Derecho, del Código de Policía, de la Ley de Seguridad Ciudadana y en general de todas las normas que nos sirven para prestar un mejor servicio a la comunidad”.

Bienvenida
En cuanto a la promoción de los cien wayuú explicó que fue “formidable, estuvimos rodeados de más de cinco mil personas, las familias y amigos rodearon a los patrulleros y a nosotros los oficiales. Hubo aceptación total desde el principio. Ahora nuestras comunidades son orgullosas de tener en las filas de la Policía a sus hijos, hermanos, sobrinos, tíos y en general a sus seres queridos”.
Insistió en que “por fortuna no hubo rechazo de ninguna clase, por el contrario siempre tuvimos el apoyo no solo de nuestras familias sino de toda la comunidad Wayuú. Además porque entendieron que no se pierden nuestros principios, nuestra cultura, nuestras costumbres y sobre todo nosotros tenemos una forma de vestir y así continuamos, claro con algunas modificaciones para que nos identifiquen como autoridad”.
Según el oficial, “los ciudadanos en general nos respetan, porque saben que somos policías y tenemos más atención en nuestras comunidades y nos colaboran en todo. También hemos enriquecido nuestros conocimientos para el manejo y control de la ciudadanía, de multitudes y en procedimientos de control”.

En la “nevera”
En cuanto a su visita a Bogotá, el teniente Severiano Velásquez narró que “estamos felices, con mucho frío, pero estamos bien. Nos llevan a conocer las estaciones de Policía, el Museo, sitios turísticos, la Dirección General y otros lugares atractivos de la capital del país. Es una experiencia maravillosa”.
También se refirió al encuentro de los patrulleros con el Comandante de la Policía Metropolitana, el general Luis Eduardo Martínez, para darles la bienvenida y explicarnos la razón del ser policial:
“Mi general Martínez nos dijo que como policías tenemos que tener sentido de pertenencia, porque tenemos que entregarnos de lleno por una causa como es la seguridad, porque los problemas de la comunidad la institución armada los tiene que sentir como suyos y por esta razón los tenemos que solucionar con gusto. Nos dijo que no podíamos tomar a la Policía Nacional como una solución a un problema económico o como una simple solución a un empleo más. Ser Policía requiere compromiso, sacrificio, pertenencia, mística, esto es como el cura que está dispuesto a irse a cualquier parte, en las condiciones que sea, con tal de poder cumplir con su vocación”.

Enlaces
La patrullera Eliseth Guale también dialogó con EL NUEVO SIGLO y expresó que “nuestro trabajo fundamental es servir a los colombianos y a nuestra comunidad en especial y por esta razón no hay personas del interior trabajando con los Wayuú. Nosotros tenemos una capacitación para ser líderes para que el Estado le pueda garantizar a las etnias o comunidades indígenas sus derechos como ciudadanos y colombianos. Tenemos que ser líderes y catalizadores para solucionar los inconvenientes que se presenten, porque nos vamos a entender a la perfección”.
En cuanto a la transparencia en el ser y actuar, afirmó Guale: “Tenemos que ser transparentes, porque si hay lugar a dudas de la comunidad hacia nosotros, entonces perdimos. El objetivo que se propuso la Institución no se va a lograr si existen dudas hacia nosotros. Lo que la Policía busca entre las comunidades es ganarse su confianza y si la comunidad confía en nosotros entonces podemos salir adelante en la solución de sus problemas. Además cuando uno es correcto en su actuar, entonces es visto como un amigo, como la persona que soluciona todos los problemas de acuerdo con la Constitución y la Ley y a la que se le puede contar cualquier hecho que atente contra el orden público”.
Mientras tanto, en Leticia, el capitán Leonardo Bernal Pérez de la Policía de Carabineros y Seguridad Rural, dijo que está al mando del curso de 48 patrulleros de las comunidades indígenas del departamento del Amazonas, como los Bora y Huitotos, entre ellos siete mujeres.
“Ellos cumplieron con todos los trámites para su incorporación, como ocurre a nivel departamental o nacional, y pasaron por supuesto todas las pruebas que, entre otras cosas, son muy exigentes”, precisó.
Añadió que “en el caso del Amazonas se respeta la tradición y la cultura de las comunidades indígenas para que no se pierdan, pues tienen un valor muy importante para sus etnias”.
Mientras tanto el indígena huitoto Dausan Cardona, que logró ascender al grado de Carabinero de la Policía, afirmó que “estoy feliz de ayudar a mi comunidad y de trabajar en una de las empresas más importantes del Estado”.
“Mi comunidad está feliz, porque tiene a varios de sus miembros en la Policía de Carabineros y siempre acuden a nosotros cuando afrontan un inconveniente o un problema con los colonos”, señaló.
Afirmó que “siempre soñaba con ser policía, pero la comunidad tenía muchos reparos, pero a medida que iba pasando el tiempo, decidieron respaldar a hombres y mujeres que deseamos ser uniformados, no solo para ayudar a nuestra etnia sino a los colombianos en general”.
Agregó el jovencito de 19 años que “ahora soy feliz, mi mamá y mi papá, así como mis hermanos y demás miembros de mi comunidad, me respaldan y ayudan para que siga la carrera de suboficial, siempre y cuando cumpla con todos mis deberes de ser un buen Policía de Carabineros y que transmita mis conocimientos a la comunidad”.