Históricamente, los colombianos no invertían sus dineros en los Estados Unidos. Sin embargo, en los últimos dos años, la presencia de inversionistas provenientes del país se ha incrementado, debido al interés de estos por dolarizar sus capitales ante la devaluación del peso, los cambios en la reforma tributaria, las diferentes expectativas que ha generado la firma del proceso de paz y la campaña electoral que se avecina.
Rodrigo Azpúrua, CEO & presidente de Riviera Point Development Group en el Sur de la Florida, ha notado esta tendencia en los últimos 24 meses. Su firma desarrolladora construye hoteles y complejos de oficinas en Miami, Orlando y otras ciudades de los Estados Unidos, con capital de inversionistas de Latinoamérica.
Esta tendencia, está ganando mercado en el rubro del inmobiliario de Miami. Por ejemplo, según el reciente estudio de la Asociación de Agentes de Bienes Raíces de Miami, los colombianos son quienes encabezan la lista de búsquedas por Internet para adquirir un bien inmobiliario en esta ciudad. En junio Colombia registro el 10 % de todas las transacciones de compradores internacionales en el Sur de La Florida, según una encuesta realizada por la Agencia Nacional de Bienes Raíces. El precio promedio de compra de los colombianos se registra en el orden de los US$516 mil, según el Perfil 2017 de Compradores Internacionales de Viviendas de Miami.
Según Azpúrua: “A los colombianos les interesa invertir en la Florida para mejorar el nivel de seguridad de su patrimonio ya que en la diversificación uno se expone a una serie de riesgos que se pueden compensar.”
“La devaluación del peso frente al dólar, y las pocas garantías económicas y los demasiados tramites fiscales y burocráticos que se necesitan para invertir en Colombia, están impulsando al inversor colombiano a buscar una salida económica diferente, en otros lugares del mundo, incluyendo en las ciudades más grandes de la Florida. Tanto es así, que en términos de compra de propiedades residenciales en Miami, los colombianos y brasileros empataron en el tercer puesto en junio de 2017, detrás de los venezolanos y argentinos. Este es un fenómeno que jamás nos hubiéramos imaginado no mucho tiempo atrás”, dijo.