La escuela en EEUU, un espacio de inclusión | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 4 de Febrero de 2018
Mario F. Hurtado
En los medios vemos todo el tiempo ataques a los inmigrantes en especial a los latinos y a los árabes por parte de Trump, pero en la escuela y en la educación su manto de exclusión no ha podido llegar

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AL CUMPLIR un año como presidente el 31 de enero, Donald Trump hizo el discurso de la Unión. El mundo estaba atento a su tono, a lo que iba a decir, a las posiciones radicales que suele expresar. Para los latinos la situación ya pintaba complicada cuando se anunció que, entre los invitados especiales, estarían las familias de las víctimas de la violencia de la M-13. De educación, sin embargo, no dijo nada. Por suerte sigue siendo el único lugar incluyente en los Estados Unidos. ¿Por qué?

 

En el año 2005 durante el gobierno del republicano George Bush, se creó una Ley que ampara a todos los estudiantes del país, se llama “No child Left Behing”, algo así como “Ningún niño se queda atrás”. El objetivo, ofrecer educación incluyente para todos, la educación debe ser igual, no importa el origen, el color de piel, el estatus social, el idioma o el nivel de inglés. Todos los colegios deben proveer de educación de la calidad a los niños que viven en el país, no importa su estatus migratorio.

Según María L Hurtado, profesora de escuela pública en el condado Prince Williams, en Virginia, la ley protege la privacidad de niño y de la familia, ningún colegio puede dar información a las autoridades de inmigración de los estudiantes. La ley no obliga a presentar documentos oficiales a la hora de la matrícula y por eso, los niños de familias que no están regularizadas pueden acceder a la escuela sin temor. Los documentos que entregan los padres de los niños no son supervisados. Lo importante es que todos los niños del país vayan a la escuela. Es así que pueden llegar estudiantes a mitad del año, e igual deben ser recibidos, independiente de si hablan inglés o no. Se podría suponer que algunos están regularizados, y otros no, pero eso no importa. Lo fundamental es que todos vayan a la escuela y que reciban educación de calidad.

Según Hurtado, con los temas de persecución a inmigrantes, muchos colegios están viendo el modelo de doble idioma como una necesidad para cerrar las brechas y disminuir la exclusión. Los colegios están ofertando clases en el idioma nativo de los niños, a la par que aprenden inglés. En el caso de Virginia los idiomas más comunes para enseñar como segunda lengua son el español, le siguen árabe, el urdu, el farsi, el chino y el ruso. Pero en la Costa Oeste, priman el español, chino y el hindi.

 

La política de calidad

Pero el programa “No child Letf behind” no es solo de inclusión, sino que también se enfoca en la calidad. Para eso se hizo en la misma reforma algo impensable, la creación de unos estándares de aprendizaje nacionales en un país federal. Esto permite implementar exámenes estandarizados anuales en todos los estudiantes y así medir el progreso en el aprendizaje. El sistema se llama Common Core (núcleo común), todos los Estados se adhieren a ese sistema curricular de estándares, y con base a eso se diseñan los exámenes, que se aplican en todos los grados.

De los pocos Estados que se apartaron de los estándares nacionales, están California y Virginia que ya tenían sus propios estándares implementados. Según la profesora Andrea Castro del mismo condado de Prince William, en Virginia existe el SOL (Standars of Learning) unos lineamientos propios con el que los niños presentan en mayo, al final de año lectivo, los exámenes.  De acuerdo al éxito del examen el colegio aplica a los incentivos económicos. Por eso, los colegios públicos han hecho esfuerzos para mejorar la calidad de la enseñanza y ofrecen en las tardes programas de tutorías de tareas para fortalecer las habilidades de los niños. Los colegios con mucha población inmigrante tienen más dificultades porque aprender inglés es una tarea compleja.

Para la estrategia bajo los dos lemas de “ningún niño atrás” y “el núcleo común” se les asigna a los estudiantes inmigrantes que no hablan inglés, un especialista. Es un profesor de inglés como segunda lengua, y no se pueden sacar al niño del salón de clase, porque es sería discriminatorio. Las clases se hacen por co-teaching, profesor de clase y profesor de inglés, ambos en el mismo salón. De esa forma se nivela en la lengua, sin perder los espacios de integración.

 

Las críticas y las preocupaciones

Haber definido el examen estandarizado como el mecanismo de mayores recursos para los colegios, generó protestas, por lo que el presidente demócrata Barack Obama modificó la ley ESSA (Every Students Succes Act) o “cada estudiante triunfa” la que está vigente. ESSA es un incentivo positivo, le da la misma validez y la responsabilidad a los colegios que tienen que enseñarles a todos los niños, con la diferencia que los niños recién llegados y que documentan nivel de inglés cero (0) se eximen de la prueba de lectura y solo presentan matemáticas.

Con ESSA, los colegios con mayoría de inmigrantes no quedan en desventaja en los resultados, y se hace un acompañamiento con las familias para que pronto aprendan el idioma, incluso, algunos colegios ofrecen clases nocturnas de inglés para los padres inmigrantes. De esa forma la estrategia es integral y busca la calidad y la inclusión. Esos aspectos más la política de reserva de la información hace que niños y padres vayan a la escuela sin temor.

A pesar que el presidente Trump no se ha metido de lleno con la educación hay dos preocupaciones latentes. La primera, que manifestó varias veces no estar de acuerdo con los programas mencionados, y segundo, que nombró como secretaria de educación a Betsy DeVos, una mujer que no cree en la educación púbica y que defiende y promociona el sistema de colegios por donativos (School Charged). El asunto, es que la mayoría de colegios por donativos en Estados Unidos son cristianos o religiosos y ponen en riesgo una política desde la creación del país, mantener los credos lejos del aula para garantizar la tolerancia. Por otra parte, dichos colegios se oponen al common core. Devos afirma que cada Estado e institución educativa debería ser autónomo en el contenido y orientación de materias. Por suerte  a la fecha, un año después de la llegada de Trump y de DeVos, la educación incluyente y de calidad se sigue manteniendo.