Nadie sabe aún cómo podría aplicarse la figura, contemplada en la reforma política.
Por Armando González
Periodista de EL NUEVO SIGLO
ESCINDIRSE DEL Polo Democrático es una de las posibilidades que estudian los congresistas afines al exsenador Gustavo Petro.
Sin embargo, nadie sabe cómo podría aplicarse esa figura, contemplada (más bien solo enunciada) en la reforma política.
Como se recordará, las contradicciones de Petro, o sea la tendencia heredera del Movimiento 19 de Abril (M-19), con el sector mayoritario del Polo, liderado por las tendencias históricas de la izquierda colombiana, es decir el Partido Comunista y el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (Moir), se hicieron tan irreconciliables que terminó haciendo tolda aparte.
En octubre, el movimiento Progresistas, que tiene a Petro como candidato a la Alcaldía de Bogotá, elegirá sus ediles (o comuneros, según donde sea), concejales, diputados, alcaldes y, quizás, gobernadores, ya sea de sus propias canteras o en alianzas con otros partidos.
Pero cuatro congresistas cercanos a Petro quedaron atrapados, sin poder salirse del Polo porque entonces perderían sus curules.
Son ellos los senadores Luis Carlos Avellaneda, Camilo Romero, Mauricio Ospina y Jorge Eliécer Guevara.
“Yo sería capaz de acompañar una disidencia dentro del Polo o una tendencia dentro del partido y en últimas, si no hay una solución, miraríamos si la última reforma política nos da un campo para pedir una escisión dentro del partido”, señaló Avellaneda, tras la crisis desatada por las cada vez más agudas diferencias conceptuales del cuarteto con posiciones y decisiones del comité ejecutivo de su partido.
“Lo cierto hoy es que de ocho senadores del Polo Democrático, cuatro no estamos de acuerdo con las directivas y con las directrices del partido”, comentó Romero, quien agregó que “si los maltratos van a seguir dándose, pues acudimos a la Ley, y a pensar en la decisión de dividirnos del Polo”.
Escisión
Luego de su revisión por parte de la Corte Constitucional, la ley estatutaria 1475 del 14 julio 2011, es decir la norma que reguló la última reforma política, el Acto Legislativo 01 de 2009, estipuló en su artículo 4 que “los estatutos de los partidos y movimientos políticos” deberían contener, entre otros asuntos mínimos, las “reglas de disolución, fusión con otros partidos o movimientos políticos, o escisión y liquidación”, a lo cual las colectividades deberán, según un parágrafo, adecuar sus estatutos “en la siguiente reunión del órgano que tenga la competencia para reformarlos”.
Más adelante, en el artículo 14, la ley habla específicamente de “disolución, liquidación, fusión y escisión de los partidos y movimientos políticos”, todo lo cual “se regirá por lo dispuesto en la ley y/o en sus estatutos”.
Polo
A la luz de lo anterior, los estatutos del Polo no contemplan la figura de la escisión.
Para la adecuación a la norma, el artículo 19 de los estatutos del Polo prevé entre las funciones del Congreso Nacional de la colectividad “reformar los estatutos del partido”.
Antes, en el artículo 17, se estableció que “el máximo organismo de dirección del Polo es el Congreso Nacional, que se reunirá ordinariamente cada tres años y extraordinariamente cuando sea citado por la Dirección Nacional con el voto de al menos dos terceras partes de sus miembros o por un número superior al treinta por ciento de los afiliados y afiliadas”.
El segundo congreso del Polo se realizó en febrero de 2009, luego el siguiente ordinario sería en 2012. Sin embargo, ante la crisis reseñada, la tendencia Fuerza Común Somos Más solicitó en julio pasado “agilizar la realización de la Conferencia Ideológica y del III Congreso Nacional” para que sean “escenarios refundantes de propósitos y acuerdos, de oxigenación de las propuestas, estrategias y criterios de dirección y orientación” de la colectividad.
La Dirección Nacional, que según el artículo 20 es “es la máxima autoridad del partido entre Congresos”, aprobó en febrero pasado una relatoría de la Comisión de Organización en la que se le delegó al Comité Ejecutivo Nacional “la convocatoria y realización de un Congreso Ideológico entre Noviembre de 2011 y febrero de 2012. La elección de delegados y delegadas al III Congreso del PDA, en la fecha que fije la Registraduría Nacional para las elecciones internas en 2012, y en un plazo máximo de cuatro meses a esa elección se realizará el Congreso. A más tardar el 15 de febrero de 2012 el CEN realizará la Resolución de convocatoria al mismo”.
Otras toldas
Pero si en el Polo llueve en otras toldas no escampa. Y si no que lo digan los congresistas que llegaron al Partido Verde de la mano del exalcalde Antanas Mockus y que luego de su salida de la colectividad deberán aguantarse sin poder, por ejemplo, apoyar abiertamente al profesor en su campaña por la Alcaldía de Bogotá.
Y sin salirnos del Partido Verde, ¿qué tal los seguidores de Sergio Fajardo? El mismo es el más probable Gobernador de Antioquia y tendrá que ejercer su eventual encargo bajo la bandera de los verdes sin estar muy a gusto con ello. ¿Y los concejales y diputados de esa corriente que se elijan en octubre? Les tocará hacer lo mismo aunque aun sin ser elegidos, ya están aburridos de los verdes.
Pero no son los únicos casos. Entre los acercamientos al Partido Liberal y las decisiones de su presidente Carlos Fernando Galán, en Cambio Radical soplan vientos de inconformismo. ¿Será el negado “golpe de estado” al representante Germán Varón un campanazo de escisión?
¿Y en La U? La palabra escisión no se ha pronunciado entre los congresistas del Partido Social de Unidad Nacional (La U), pero podría ser una opción a la hora de una reunificación liberal que seguramente tendrá la oposición del cada vez más reducido círculo de incondicionales del expresidente Álvaro Uribe.