LA BARCA DE CALDERÓN | El Nuevo Siglo
Lunes, 25 de Noviembre de 2013

Por William Calderón

 

Descubren nuevo plan de regalías con dineros de los organismos de tránsito. El Colectivo Mambrú denunció ayer, a través de Juan Guerra, basándose en informes entregados por expertos en la materia, que con la pretendida creación de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), entidad del orden estatal, con autonomía total, pero que estará adscrita al Ministerio de Transporte, se quiere  centralizar el recaudo por infracciones a las normas de tránsito que corresponden desde hace más de 43 años a los entes territoriales en los que se genera tan apetecida y jugosa  renta a la que le propinó en el pasado reciente tremendo zarpazo la Federación Colombiana de Municipios.

 

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Características discriminatorias. Al aprobarse este proyecto de Ley no solo se estarían centralizando los dineros recaudados por el pago de las multas de tránsito de los municipios colombianos, sino también que únicamente el consejo directivo de la ANSV tendría la omnipotencia de decidir a qué municipio del país se le hace entrega de algunos recursos para la Seguridad Vial, mientras que quienes con esfuerzo, inversión y trabajo operativo realizan los controles a través de sus agentes de tránsito y transporte, invierten en tecnología de punta, realizan el proceso de contravenciones y además adelantan el proceso de recuperación de la cartera morosa para generar estos recursos, se quedarían mirando hacia el páramo en espera de que les devuelvan alguna migajita para inversión en seguridad vial.

 

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La aprobación carece de estudio profundo y serio. No se entiende cómo los padres de la patria, encabezados por el senador Plinio Olano, permiten que el Gobierno nacional con este proyecto de ley, que ya fue aprobado en el Senado de la República y acaba de pasar a discusión en la Cámara de Representantes, desangre de tal manera a los entes territoriales y a sus organismos de tránsito, centralizando estas rentas que son pilar fundamental del presupuesto municipal y que soportan la operatividad de los cuerpos de control del tránsito. Algo más: por estos días en los concejos municipales en todo el país se están estudiando, debatiendo y aprobando los presupuestos municipales para la vigencia del 2014, en los cuales se incluyen estos rubros, como es apenas obvio.

 

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Sin las herramientas para poder operar. No en todos los entes territoriales del país existen organismos de tránsito; no en todos los municipios de Colombia se cuenta con la misma siniestralidad por accidentes de tránsito y no todas las ciudades del país requieren una inversión fuerte en esta materia.

Queda claro, entonces, que quien genera y recauda más recursos por infracciones a las normas de tránsito, es porque necesita mayor inversión en seguridad vial y por tal razón, no debe repartir sus ingresos a otros, que sin realizar ninguna función o actividad de control, se benefician del trabajo de otros. Esto no sucede ni en un Estado socialista.

La esperanza, pues, es lo último que se pierde.