LA BARCA DE CALDERÓN | El Nuevo Siglo
Viernes, 22 de Noviembre de 2013

Santos quiere ser reelegido a pesar de... Haber entregado el país  a la guerrilla, con cuyos terratenientes pretende la paz con impunidad; con el agro en el más completo abandono: 560 mil familias que vivían del café, en el ostracismo; los papicultores, de cultivadores a vendedores; con los floricultores, textileros, zapateros, lecheros y, repuesteros en la quiebra por cuenta de los TLC; 

¿Soberanía? Con la soberanía nacional amenazada: ya perdimos 70 mil  kilómetros de mar; los aviones rusos cruzando por nuestros cielos, con amenaza rusa de intervenirnos y sin el radar de Santa Ana.

Libertad de prensa. Con la libertad de prensa ahíta de mermelada y censurada con el cierre de Los Reencauchados; proyecto en borrador desapareciendo La Luciérnaga”; La Hora de la Verdad silenciada en Manizales y sujeta con apagones continuos en sus emisiones matinales.

Seguridad jurídica. Sin reforma a la justicia, pero con paro judicial incluido; cartel de jueces en la cárcel y el Consejo Superior de la Judicatura judicializado por cuenta de las tutelas y el más vergonzoso tráfico de influencias. El colmo nos lo cuenta Óscar Jiménez Leal: en el Consejo de Estado hay este aviso: “Cuide sus objetos personales”, contiguo a la oficina de Wilson Ruiz.

Salud enferma.  Sin reforma a la salud, con el cierre inminente de 300 hospitales: en Antioquia, la tierra del ministro del ramo, con 86; el Valle del Cauca con el 90% en alerta roja; el Federico Lleras, de Ibagué, con 50 niños leucémicos en manos del ángel de la guarda; el hospital de Apartadó sin exámenes de sangre, con paro médico incluido; una carnetización viciada, el ‘paseo de la muerte’ y los medicamentos más caros del mundo; tráfico de influencias de la viceministra de Hacienda, esposa del ministro Alejandro Gaviria, según Daniel Coronell, en Semana.

Sin reforma a la educación; con universidades en paro, marchas estudiantiles y disturbios en las capitales.

Seguridad. Con un Procurador amenazado y dos atentados frustrados. Con el jefe de la oposición Álvaro Uribe Vélez en inminente peligro de ser asesinado; con el atentado al exministro Fernando Londoño, que le costó la vida a dos de sus escoltas y dejó heridos a 50 transeúntes.

La tierra del olvido. Con la costa Pacífica en manos del narcoterrorismo: Tumaco, puerto fantasma; Buenaventura capital de los TLC, en poder de las Bacrim; el Chocó en permanente paro armado terrestre, aéreo y fluvial; Caquetá convertido en Caquetania; Arauca y La Guajira, dominados desde Venezuela por la guerrilla; el Catatumbo invadido de coca; el Putumayo gobernado por el código narcoterrorista, con sacerdotes desterrados por la guerrilla y el Cauca, tierra del olvido.

Construcción. Medellín, con la construcción paralizada, sin Autopistas de la Montaña y sin Túnel de Oriente.

Y de ñapa, Caldas sin aero-Palestina; con el sindicalismo dormido; la gasolina más cara del mundo y la minería en manos de la narcoguerrilla y las Bacrim.