Por William Calderón
Uribistas. Están preocupados los senadores huilenses, especialmente los conservadores, por la arrolladora presencia del expresidente Uribe y su lista del Centro Democrático. El Huila, que se ha caracterizado en las últimas tres elecciones por poner guarismos de los más por Uribe y Santos, conserva el entusiasmo y se aprecia, en los sondeos recientes, una intención de voto por la lista del UCD al Senado cercana al 50%, lo que intranquiliza a los congresistas opitas, dedicados al calmante Lomotil.
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¿Chavarro?A quien peor podría irle, a punto de que se anticipa alto riesgo para su curul, es al senador conservador Carlos Ramiro Chavarro, que se muestra como el que más decrece cuando se confronta la lista de Uribe con la de los líderes regionales.
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¿Oro Golfi? Chavarro, a quien sus malquerientes en Garzón apodan Oro Golfi, ha caído en más de la mitad de la intención de voto, incluyendo a los mismos garzoneños quienes son los más caracterizados godos del departamento. A quienes indagan por el oro en cuestión, los remitimos a prenderías y joyerías baratas, tipo ‘Cristian Pior’.
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Cámara. Como su candidato a la Cámara aparece Jaime Felipe Lozada, hijo del inmolado gobernador Jaime Lozada. Aunque se le reconoce a esta familia el altísimo precio que han pagado en el conflicto interno, puesto que él, su hermano Sebastián y su madre Gloria estuvieron largo tiempo secuestrados por las Farc, y su padre asesinado por los mismos criminales, otra cosa es el kilometraje en la arena política en la que sus competidores tienen largo recorrido.
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¿Gobernador?Chavarro, protegido del excongresista José Antonio Gómez, quien sigue teniendo posiciones de poder en la región como la Gerencia de la monopólica Electrificadora del Huila durante 17 años -incluso se ha planteado redireccionar su rumbo- y pensar en una posible candidatura a la Gobernación.
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Gechem. El otro que siente escozor es el senador Jorge Eduardo Gechem, de la U, quien sabe que una cosa es La U cuando Uribe era Presidente y jefe natural de ese partido, y otra sin Uribe y con Santos como líder de la colectividad. Tanto Chavarro como Gechem saben que tienen que jugársela a fondo, fuera del Huila, donde no la tienen nada fácil, para poder llegar a una votación que les proteja su puesto en el Senado.
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Tovar, mudo. Según recientes sondeos, Uribe podría alcanzar entre 120.000 y 150.000 votos en el Huila, afectando gravemente a los congresistas regionales. En el cafetal del Huila se preguntan ¿qué pasó con un hombre del nivel intelectual y solidez en la causa uribista como Hugo Tovar, de verbo consistente, para que haya sido excluido?
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Frescos los dos. Rodrigo Villalba, liberal, respira más tranquilo porque tiene unos apoyos que le permitirían salir avante. Viejo zorro curtido con Ministerio de Agricultura, Gobernación del Huila y el Senado, tiene Gobernador propio, Carlos Mauricio Iriarte, que será su bastión para revalidar la credencial.
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Papa Salada. Andrade, a quien se le ve más tranquilo pero también tan canoso que lo apodan Papa Salada, cuenta con soporte fuera del Huila en zonas como Chocó (allá dicen que si el suspendido Gobernador se salva, Andrade cobra por ventanilla), como en Meta, Cundinamarca, Tolima y La Guajira. Sus malquerientes esperan que la Corte lo “entalegue”, que corra la misma suerte de Mario Uribe, Pinedo Vidal, Dilian Francisca Toro, Javier Cáceres, Luis Alfredo Ramos, Luis Humberto Gómez Gallo, Ciro Ramírez y Carlos García Orjuela todos ellos expresidentes del Congreso.