Una preocupación. El magistrado Alberto Rojas Ríos, recientemente incorporado a la Corte Constitucional, en reemplazo del jurista Humberto Sierra Porto, se hizo sentir ante los medios de comunicación, haciéndolos copartícipes de una preocupación que lo aqueja, mortifica y que tiene relación directa con las últimas publicaciones del portal digitalLa Silla Vacía, dirigido por la periodista Juanita León.
La réplica. El magistrado pereirano, mediante contundente pronunciamiento, se declara absolutamente ajeno a las últimas publicaciones que se hacen en el precitado blog en relación con el funcionamiento de su despacho:
“La Silla Vacía falta a la verdad de nuevo al desear el desmantelamiento del personal de mi Despacho. Mi equipo de trabajo sigue allí a toda marcha, trabajando con vocación y entusiasmo”.
Unos que se van y otros que se quedan. Dice sobre su equipo de trabajo en la Corte Constitucional: “De los quince servidores que integran mi equipo de trabajo sólo han renunciado una persona de la planta titular, y dos del equipo de descongestión. La primera, María Mónica Carvallo, se retiró para vincularse con mejores ingresos al bufete de abogados de los doctores Humberto Sierra y Alexei Julio. Y los dos restantes, Eunice Pérez Contreras, para atender la salud de su esposo, y Felipe Galvis Castro para cumplir compromisos académicos”.
Otrosí. “La abogada que estaba encargada de las funciones del doctor Alexei Julio, candidato igualmente a la Corte Constitucional, cesó en su encargo y renunció para no regresar a las funciones transitorias de descongestión que le antecedieron al encargo. Se trata de la señora Andrea Núñez Uribe. En conclusión, se separaron de sus funciones dos servidores de planta Andrea Núñez Uribe y María Mónica Carvallo y dos del programa de descongestión -Felipe Galvis Castro y Eunice Lopez Contreras-. Los demás integrantes del equipo humano del Despacho continúan en pleno ejercicio de sus funciones, sin ninguna novedad”.
Hojas de vida. “Por lo demás (agrega Rojas) imaginarán la cantidad de hojas de vida que he recibido de destacados abogados postulantes que desean hacer parte de mi equipo. No en balde he sido un profesor de más de veintitrés años en varias universidades de nuestra patria, con brillantes alumnos en todas las regiones del país”.
Algo más. “Se conoce en la Corte que cuando llegaron otros magistrados, hubo despido general de los funcionarios de sus despachos para llevar sus propios equipos y al parecer el mundo continuó su marcha. Los muertos que vos matáis, gozan de cabal salud”.
Coletilla. Y concluye: “Le preocupa a La Silla Vacía que yo, especialista en Derecho Constitucional, y Maestro en Derechos Humanos, Democracia y Justicia Internacional, deba abordar ahora la jurisprudencia de nuestra Corte Constitucional (artículo 239, inciso 1o.), pero nunca les preocupó que los demás magistrados venidos de los más variados oficios privados y públicos, debieran hacer lo mismo en su momento, sin más requerimiento que el exigido por la Constitución Política: Provenir de diversas especialidades del derecho”.