El destape de Granda. El periodista Jorge Iván Posada publicó el pasado domingo una entrevista en el diario El Colombiano con Rodrigo Granda, “canciller de las Farc”, quien comparte su vocería en la cúpula fariana con “Timochenko”, “Iván Márquez” y Santrich. Granda le salió al paso a los señalamientos que se le hacen a esa agrupación, que es calificada como una banda de narcoterrorisas, indicando que no son narcotraficantes y que “si se cambia el medio ambiente político” en el país, las Farc estarían dispuestas a participar en unas elecciones, al dejar las armas.
Prepotencia.Granda hizo gala de la prepotencia victoriosa que les brinda en un segundo aire el presidente-candidato Juan Manuel Santos, cuando al asumir el poder, de la mano de su hermano Enrique Santos, creó las condiciones para reincorporarlos a la civilidad internacional, entregándoles un paz y salvo moral, sacándolos de las entrañas de la selva a las carreteras y a las ciudades y haciendo uso de su posición dominante en la Mesa de Negociación, para decir sin empacho alguno “no hemos renunciado a la toma del poder”. Granda condiciona el abandono de la vía armada a lo que el llama un cambio “en el medio ambiente político” (sic).
Asamblea Constituyente. Granda le reclama al país por el exterminio de la Unión Patriótica y exige la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente como el mecanismo que, a su juicio, sería el idóneo para hacer las reformas y ponerle fin al conflicto. “Es necesaria una Asamblea que dicte una nueva Constitución, y que diga que el país está en el siglo XXI y no atrás”.
No entregaremos las armas. “No hemos luchado 40 años para que nos den una beca, una casa o nos den un ministerio. No, no lo necesitamos. Somos transformadores sociales y si se nos permite hacer los cambios por la vía no armada, de participar con todas las garantías en los procesos electorales, seguramente ahí nos encontraremos. Sabemos que de la mesa de diálogo no va a salir la revolución en Colombia, pero el Gobierno tiene que saber que tampoco las Farc van a entregar las armas a cambio de nada”, dijo Granda.
Contra el Procurador. “Este Procurador es un hombre extraño, parece sacado de los sótanos de la época de la inquisición. Él parece desconocer que aquí hay unos diálogos de eminente carácter político, donde la cuestión jurídica no es lo fundamental y determinante. Estamos para parar una guerra que lleva 60 años. Nadie va obligar a cualquiera de nosotros a entregar las armas y luego ir a parar a la cárcel. Eso no lo va hacer ningún revolucionario”, agregó el vocero guerrillero.