El anticristo
Pese a las oraciones que muchos hemos elevado para que la blasfemia no se dispersara y se volviera ejemplo a las nuevas generaciones, nos informa Jairo Osorio, director de Editorial de Unaula, que el impío libro del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal “La Misa Ha terminado” tiene venta demasiado alegre en librerías.
Caí en la trampa
Yo, ingenuo católico, apostólico y romano bautizado en Neira, y quien religiosamente caí en la trampa y tuve el dudoso privilegio nada honroso de leer el libro en galeras, me parece que en arrepentimiento y contrición éste es el mejor momento para hacer una reflexión final sobre esa novela que antes de salir ya estaba de moda.
Asombrado y asqueado
Tengo desazón moral por haberla leído. Acepto que el amor y la muerte purifican el pecado como tesis central de la novela. Pero repugnan que sean amores entre curas, entre obispos y entre cardenales. ¡Qué horror! Qué honor tan miserable y vergonzoso para la literatura colombiana.
El Salman Rushdie católico
Podemos estar en presencia del Salman Rushdie católico. Aquel inglés indio trató de destruir la fe de los musulmanes en el Corán parodiando ese texto sagrado. Gardeazábal no se mete con la Biblia pero destruye con su ponzoña la fe en la Santa Madre Iglesia. Para lograr ese cometido satánico escudriña en público a la iglesia que fundara Cristo y levantara Pedro y al desnudar las debilidades de algunos de sus miembros pone en la picota pública una institución que ha perseverado por siglos y sobrevivirá por encima del fatuo recuerdo de esta novela intitulada con veneno y doble fin, porque la misa no ha terminado, se van a seguir celebrando misas como epicentro del culto.
La astucia de belcebú
Pero no para allí el antiguo alumno de los salesianos. Introduce como personaje al papa Francisco y lo presenta como el homófobo que persigue a todos los curas “aflautados” de sus seminarios, de su diócesis y con astucia de belcebú, al hacerlo triunfador le hace intuir al lector que en la Iglesia Católica va a darse una purga de sacerdotes gay con Francisco de papa.
Entremos en oración
El Apocalipsis advierte de la llegada de los Anticristo. Este es el primer ejemplo en la vida moderna. Quien nos hace dudar a través de una novela en la grandiosidad de la Iglesia y en la divinidad de Cristo y nos lo vuelve un objeto sexual de pasiones malditas y de pecados contra natura, es el Anticristo.
Convoco a mis amigos Caballeros de la Virgen para que entremos en oración y entonemos el Santo Rosario el próximo 1 de febrero a las 8 de la noche en el atrio de la iglesia de Santo Domingo en Cartagena, a pocos metros de donde el Anticristo proclama que la misa ha terminado. Sólo orando por él y por la redención de su alma podemos ayudar a contrarrestar el efecto del maligno.
La Misa no ha terminado
Ni termina hasta el final de los siglos. Diariamente se celebran en el mundo más de medio millón de misas y se celebrará hasta el final de los tiempos, reviviendo el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz. Malos curas y malos obispos hemos tenido desde Judas hasta hoy. Cuando el historiador Ludovico Pastor terminó de escribir la historia de la Iglesia dijo... "Esta institución es Santa, ha sobrevivido por causa de Dios y no por causa de los hombres"
@BarberiaBarca