Por: Pablo Uribe Ruan
Si los cuadrangulares son breves, rápidos, y se pasan en un abrir y cerrar de ojos, ni hablar de los “play offs”, esas definiciones relámpago en las que cualquier equipo puede ser campeón, independientemente de los resultados en la etapa regular de la Liga.
Estos, los que empiezan este fin de semana, no tienen un claro favorito, y si bien la balanza se inclina por los cuatro grandes, esta inclinación es histórica y pierde de vista la realidad del torneo: en los enfrentamientos directos todo ha sido muy parejo. Juan Manuel Lillo, el técnico de las declaraciones, esta semana dijo: “Equidad es el único de los ocho que venció a Millonarios”. Si los azules antes del sorteo de los cruces parecían, junto a Nacional, uno de los dos favoritos a quedarse con el título, ese favoritismo se convirtió en espuma cuando se supo que Equidad era su rival.
Cualquiera puede ganarle a cualquiera. Sólo basta darle un repaso a los resultados del torneo para darse cuenta que Nacional también perdió con Equidad, y que los “aseguradores” a su vez perdieron con Envigado e Itagüí. Unos ejemplos de una liga “irregular” o “regular”-depende del punto de vista de donde se mire-, en la que puede surgir, por fuera de los pronósticos, un chico que derrota titanes y se convierte en el nuevo campeón del fútbol colombiano.
Porque los “play offs” son instantáneos, poco importa lo que se hizo antes, ni la justicia, ni la historia pesan. Y si bien, como puede ser un “chico” el que dé la sorpresa, en las manos de un grande también puede quedar la estrella, cómo no.
Tal como quedaron las llaves, es posible que la siguiente semana los cruces semifinales sean: Millos-Junior y Santa Fe-Nacional. O sean todo lo contrario.
¡Esta Liga está para cualquiera!