En menos de ocho meses la histórica vía de la capital del país cambió del cielo a la tierra, no solo porque se construyó el puente sobre la Calle 26, sino porque se convirtió en la primera en convertirse en exclusiva para los peatones.
Ayer, el alcalde Gustavo Petro anunció la peatonalización definitiva de la carrera Séptima, que operaba provisionalmente desde hace 5 meses entrte la calle 26 y la calle 19 y que se extenderá hasta la Plaza de Bolívar desde el próximo 31 de agosto.
“Estamos ajustando los temas de seguridad para que exista presencia permanente por cuadras durante el día y parte de la noche de la Policía, y con una gran oferta cultural y comercial darle vida nocturna a la tradicional y emblemática vía capitalina. Una vez los transeúntes abandonen la zona peatonal se habilitarán dos carriles para transporte público que en tres años espero sea el metro ligero, y así ofrecer una alternativa de desplazamiento a quienes permanezcan en la zona hasta avanzadas horas en la noche”, dijo el mandatario.
Con la peatonalización, los comerciantes de la zona no han repuntado en sus ventas y ven con gran preocupación el incremento de vendedores informales y de indigencia, especialmente después de las 6 de la tarde.
Para el 90 por ciento de los comerciantes encuestados por Fenalco, las ventas continúan bajando mientras que para el 10 por ciento restante, sus ventas han aumentado.
En cuanto a la seguridad en la zona, para el 70 por ciento de los comerciantes la zona es más insegura en la noche, después de las 7. De igual forma, para el 74 por ciento de los encuestados, los vendedores informales aumentaron considerablemente.
Ante una propuesta para mejorar la zona peatonalizada, un 19 por ciento recomendó mejorar la seguridad en la zona, un 13 por ciento mejorar el aseo y mantenimiento de la vía y terminar con todas las ventas informales. Sin embargo para el 68 por ciento lo mejor es terminar con la peatonalización.
Para Fenalco Bogotá Cundinamarca la peatonalización no debe ser una zona de paso de los transeúntes, sino que debe ser un eje que permita que los establecimientos comerciales se reactiven y que sea un atractivo turístico para la ciudad, para lo cual se hace necesario un proyecto que aborde el tema de manera estructural, partiendo del análisis y modificación de la norma urbana vigente de manera que el comercio pueda generar espacios atractivos para el disfrute de la zona peatonalizada.