LA primera baja en su gabinete por el controversial indulto que concedió al exgobernante Alberto Fujimori sufrió el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski al presentar renuncia su ministro de Cultura, mientras en las calles se registraron masivas marchas de protesta y familiares de las víctimas no sólo pidieron la anulación de la gracia presidencial, sino que denunciarán la situación ante la Comisión Interamericana de derechos humanos, con sede en Costa rica.
Tres días después del perdón presidencial a Fujimori, el popular ministro de Cultura de Perú, Salvador del Solar, anunció su renuncia en Twitter.
"He presentado mi renuncia al cargo de Ministro de Cultura", tuiteó Del Solar, quien siempre estuvo en contra del indulto a Fujimori, concedido en la víspera de Navidad.
Asimismo, el presidente ejecutivo de la televisora y radio públicas, Hugo Coya, también presentó su renuncia en el marco del indulto que ha divido a Perú, confirmó el propio Coya .
Familiares de las víctimas de la represión del régimen de Fujimori (1990-2000), organizaciones políticas y de derechos humanos se movilizaron ayer por la anulación del indulto al expresidente.
Ese perdón desató una nueva tormenta política contra Kuckynski, que también sufriói la pérdida de tres legisladores que abandonaron el partido de gobierno.
"Es la segunda vez que confié en un presidente y que me ha fallado", dijo con pesar a la AFP Rosa Rojas, quien perdió a su marido y a su hijo de 8 años en la matanza de Barrios Altos, perpetrada en Lima por un escuadrón militar el 3 de noviembre de 1991.
Varias agrupaciones políticas y de víctimas del gobierno de Fujimori convocaron a una marcha para este jueves en Lima, mientras una organización dijo que solicitó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que pida al gobierno de Lima "con carácter de urgencia" información sobre el indulto y convoque a una "audiencia pública".
"Creemos que es un indulto ilegal", declaró Gisela Ortiz, hermana de uno de los nueve estudiantes y un profesor secuestrados y asesinados el 18 de julio de 1992 por un escuadrón militar en la universidad La Cantuta.
Fujimori, de 79 años, internado desde el sábado en una clínica por problemas circulatorios, fue condenado a fines de 2007 a 25 años de cárcel por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, además de los secuestros de un periodista y un empresario en 1992.
Formalmente alcanzó a cumplir 12 años de su condena, pues la justicia considera también el periodo que estuvo bajo arresto domiciliario en Chile mientras se tramitaba su extradición a Perú. También fue condenado por otras causas, entre ellas corrupción, pero estas sentencias no se suman a los 25 años de la mayor pena, según la ley peruana.
El exgobernante seguirá hospitalizado al menos otras 48 horas y estará "con visitas restringidas", salvo para la familia, dijo su médico de cabecera, Alejandro Aguinaga.
Kuczynski invocó razones humanitarias para otorgar el indulto ante los problemas de salud de Fujimori, pero muchos peruanos consideran que fue resultado de una negociación política que le permitió sortear un voto de destitución la semana pasada en el Congreso, acusado de haber mentido sobre sus vínculos con la cuestionada empresa brasileña Odebrecht.
La abstención de 10 legisladores fujimoristas, incluido el hijo menor del exgobernante, Kenji Fujimori, fue crucial para que fracasara la moción de destitución impulsada por grupos de izquierda y el partido Fuerza Popular, que lidera Keiko Fujimori, también hija del exmandatario.
El indulto a Fujimori llevó al abogado Alfredo Crespo, quien defiende al líder de Sendero, Abimael Guzmán, de 83 años, a pedir su liberación, aduciendo que su cliente "también ha sido condenado por hechos de la guerra interna, y se encuentra enfermo"