Lunes, 15 de Agosto de 2011
La mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner se encamina hacia su reelección en las presidenciales de octubre, tras aplastar a una atomizada oposición en las primarias del domingo con una avalancha de más de 10 millones de votos, el 50,07% de los emitidos.
En segundo lugar, lejos del caudal de Kirchner, se ubicaron el candidato del radicalismo socialdemócrata, el diputado Ricardo Alfonsín (12,17%), con una diferencia de sólo 3.000 votos y en empate técnico con el tercero, el ex presidente peronista Eduardo Duhalde (12,16%).
"Se confirmaron los estudios de opinión pública que le daban casi el 50% de respaldo a la Presidenta. Y que no surge un liderazgo de la oposición fragmentada", comentó a la AFP el analista Julio Aurelio, de la consultora homónima.
Kirchner, de 58 años, fue la más votada por abrumadora mayoría en 23 de los 24 distritos del territorio e incluso en tres de los más poblados, la capital y las provincias de Santa Fe y Córdoba, ricos polos de servicios y agroindustriales que le habían sido adversos en otras votaciones.
La mandataria tuvo supremacía también en ciudades de la rica Pampa Húmeda, pese a que fueron bastiones antigubernamentales y foco de una rebelión fiscal en 2008. La producción agrícola aporta más de un tercio de las multimillonarias exportaciones de cereales, granos y aceites.
Este año los productores agrarios están favorecidos como pocas veces en la historia por una combinación de precios internacionales elevados y fuerte demanda.
"Con este empate técnico entre segundo y tercero, será difícil que uno de ellos (Duhalde o Alfonsín) convenza al otro que le dé los votos para las presidenciales del 23 de octubre y polarizar así la oposición contra Kirchner. El escenario político es de reelección", agregó Aurelio.
Otro dato relevante de las primeras primarias de la historia argentina fue una participación del 77,8%, mayor a la presidencial de 2007, pese a que las candidaturas presidenciales fueron puestas a dedo por los partidos y evitaron la lucha interna como en otros países.
La única motivación legal era la de alcanzar el mínimo de 1,5% de los votos para poder competir en la presidencial.
El liderazgo de la mandataria cobró fuerza en solitario, tras el fallecimiento el año pasado de su marido, expresidente y pareja cogobernante, Néstor Kirchner.
Lanzó medidas de protección a la industria, sostuvo un tipo de cambio favorable a las exportaciones e incrementó subsidios al transporte y la seguridad social.
Por el contrario, las fuerzas opositoras que habían derrotado a Kirchner en las legislativas de medio término en 2009 se balcanizaron y dispersaron su oferta.
"El voto opositor aparece muy fragmentado. La oposición no presenta un proyecto creíble y ahora tiene el panorama muy complicado para octubre", comentó Mariel Fornoni, analista de la consultora Management &% Fit (M&F).
Todos los candidatos opositores modificaron sus políticas de alianzas y las fórmulas, aunque la mayor ruptura fue la de Alfonsín, hijo del ex presidente de la transición democrática Raúl Alfonsín (1983-1989), con el gobernador socialista de Santa Fe, Hermes Binner (10,26%).
Otra fracción dividió al peronismo opositor entre Duhalde y Alberto Rodríguez Saá (8,17%), el gobernador de San Luis (centro), único distrito donde Kirchner no fue la más votada.
"Hay que tener en cuenta que la ley impide nuevas alianzas o fórmulas presidenciales. Será el votante el que elija cuál es la opción opositora y no los dirigentes los que puedan cambiar esta situación", indicó el politólogo y consultor Rosendo Fraga.
Kirchner capitalizó en las urnas una economía que marcha viento en popa, con vigoroso crecimiento anual de 7%-8%, en medio de las turbulencias que azotan a los países desarrollados.
"Influyó el voto del bolsillo de la gente. Tenemos una encuesta en la que un 63% de gente explica su apoyo al oficialismo por la situación económica", subrayó el analista Federico Aurelio, de la compañía Aresco.
El consultor agregó que "será muy difícil para la oposición descontar esta ventaja que obtuvo Kirchner en primarias. Es muy amplia. No va a permitir una polarización. Es un escenario muy favorable para el Gobierno".
AFP