Kamikazes dejan 55 muertos y 372 heridos en Damasco | El Nuevo Siglo
Jueves, 10 de Mayo de 2012

Al menos 55 personas murieron y 372 resultaron heridas  en dos ataques suicida con coche bomba qón en un barrio de Damasco, donde no había habido un ataque tan cruento en los 14 meses de violencia interna en Siria.

Los ataques ocurrieron hacia las 08H00 locales (05H00 GMT) de forma casi simultánea en la zona de Qazzaz, al sur de Damasco.

"Los dos ataques se produjeron con un minuto de intervalo y son atentados suicida con coche bomba. Dejaron 55 muertos y 372 heridos, entre ellos civiles y militares", afirmó el ministerio de Interior en un comunicado, citado por los medios oficiales del Estado.

 

Según estas fuentes, la carga explosiva que se usó pesaba "más de 1.000 kilos". Los ataques se produjeron cerca de "una de las sedes de las fuerzas de seguridad" y en un momento en que el barrio "estaba inundado de vehículos y personas", agregó el ministerio.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dijo que el saldo de víctimas mortales era de 59.

Se trata de "un nuevo crimen perpetrado por grupos terroristas armados, apoyados por partidos extranjeros que menosprecian la sangre siria", añadió el comunicado del ministerio. El gobierno califica de terroristas a las personas que se oponen al régimen de Bashar al Asad.

 

Por su parte, el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de oposición, señaló a Al Asad como responsable de los ataques.

 

"El régimen comete estos ataques para enviar dos mensajes: decir a los observadores internacionales que están en peligro y dar fuerza a sus argumentos sobre la presencia de grupos armados y de Al Qaida en Siria", declaró a la AFP Samir Nachar, uno de los dirigentes del CNS.

 

"Desgraciadamente la lentitud de la comunidad internacional en el caso sirio da más tiempo al régimen para cometer estos actos", lamentó.

En el lugar de los atentados, los cuerpos destrozados se mezclaban con los automóviles destruidos y los escombros provocados por la fuerte explosión que creó un cráter de tres metros de profundidad en el suelo y dejó numerosos edificios semidestruidos.

 

Los servicios de rescate, ayudados por los vecinos, retiraban los cadáveres calcinados de entre los restos de vehículos, aún humeantes.

 

"¿Esta es la libertad que ustedes quieren? Niños que iban a la escuela y empleados que iban a sus trabajos han muerto", gritaba un vecino, aturdido en medio del espectáculo desolador.

 

Estos ataques se producen en un momento en que la comunidad internacional multiplica sus peticiones hacia las partes en conflicto en Siria para que no entren en una guerra civil.

 

La tregua instaurada el 12 de abril no ha sido respetada e incluso los observadores internacionales desplegados en el país fueron blanco de un ataque el miércoles.

 

Una bomba explotó al paso de su convoy y 10 soldados resultaron heridos en Deraa (sur). Este jueves, el jefe de la misión de observadores, el general noruego Robert Mood, acudió al lugar de los atentados.

 

"Nosotros, la comunidad internacional, estamos aquí con el pueblo sirio. Pido a todo el mundo dentro y fuera del país que nos ayude a poner fin a esta violencia", dijo Mood.

Por su parte, el emisario de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, condenó los "inaceptables" atentados de Damasco.

 

"Cualquier acción que sirva para exacerbar las tensiones y aumentar el nivel de violencia sólo es contraproducente para los intereses de las partes" en conflicto, reza un comunicado transmitido por su portavoz.

 

El último ataque en Damasco en el que hubo que lamentar víctimas mortales se remonta al 27 de abril, cuando 11 personas fallecieron, y el más sangriento hasta este jueves, con 44 fallecidos, fue perpetrado en diciembre de 2011.

 

Desde marzo de 2011, cuando estalló la revuelta en Siria y la violenta represión por parte del régimen, han perdido la vida violentamente unas 12.000 personas, la mayoría civiles.

El miércoles, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que "temía una gran guerra civil con efectos catastróficos para Siria y la región" si la violencia no cesa inmediatamente.

 

Las dos partes "deben darse cuenta de que no queda mucho tiempo" para lograr una solución política, advirtió.

Sólo desde el 12 de abril, cuando la tregua debía téoricamente respetarse, más de 800 personas han muerto violentamente, según el OSDH.