Tras los 180 minutos complicados que tuvo Millonarios ante Equidad, queda la sensación de que el tener que verse las caras con Junior en la siguiente ronda, es un alivio para los dirigidos por Juan Manuel Lillo.
Quedó demostrado que ante algunos rivales, los azules tienen serios problemas para desplegar ese juego ofensivo que le gusta al estratega ibérico y sumado a ello, el bajón de algunos de sus elementos, terminaron por darle una clasificación muy sufrida.
Equidad es uno de esos elencos que se han caracterizado por causarle problemas, no solo a Millonarios, sino a Nacional, que también practica un juego ofensivo. Por ello la preocupación del rival que les correspondiera a los Embajadores en la semifinal de la Liga Postobón I.
Una vieja y desgastada frase acuñada en el fútbol dice que “el que quiere ser campeón debe ganarle a todos los rivales” y es muy cierta, como también lo es que por las características de su juego, hay adversarios que permiten jugar más que otros.
Y en este caso, para Millonarios, sobre el papel, es mucho mejor tener al frente a Junior que no a Itagüí, por una sencilla razón y es que los dirigidos por Alberto Gamero desarrollan un juego muy similar al de Equidad, es decir, que no le dan espacio al rival, que lo ahogan y en partidos apretados, aprovechando el desespero del oponente, en una jugada aislada, consiguen el gol y la victoria.
Pero tras ganar 1-0 en Techo y empatar 1-1 el sábado en El Campín y tener que sufrir al ver cómo Equidad generaba opciones de gol y no las capitalizaba, quedan otras preocupaciones y tienen que ver con el rendimiento de algunos de los integrantes del plantel azul.
Rafael Robayo hace varios partidos que viene lejos de su tradicional nivel, como también Lewis Ochoa y ni qué decir de Ómar Vásquez.
Lillo tiene su equipo base, pero ante lo que está ocurriendo con algunos de los titulares, bueno sería que les diera la oportunidad a hombres como Harrison Otálora y al brasileño Wesley López, que ya se ha visto mucho mejor, cuando entra.
Pero es Lillo el que los ve en los entrenamientos y sabrá qué decisiones tomar y más ahora que no podrá contar con el panameño Román Torres, inicialmente para el partido en Barranquilla del miércoles.
Una opción es Herrera, quien ha venido reclamando una oportunidad, aunque como es un partido definitivo, seguramente el estratega debe estar cavilando a quién darle la oportunidad.
A Equidad hay que reconocerle que luchó, que tuvo posibilidades de marcar y de apretar más la definición, pero ante todo, que hizo ver mal a Millonarios porque le cerró espacios, lo estudió mucho y supo controlarlo.
Millonarios, así mismo, se vio mal, sin poder desplegar ese juego ofensivo que lo caracteriza, de tenencia de balón, pero no es la primera vez que le ocurre, sino que siempre que choca contra rivales de menor nivel, le pasa porque vienen a encerrarse con defensa, con hasta 9 hombres y uno solo en punta y lo “amarran”.