Él sólo jugaba a fútbol y no sabía nada de sus derechos de imagen. Ésta fue la línea de defensa empleada este jueves por el astro argentino Lionel Messi en su juicio por un presunto fraude millonario al fisco español.
"Yo me dedicaba a jugar al fútbol, confiaba en mi papá y en mis abogados y no tenía ni idea de nada", afirmó la estrella del FC Barcelona, manteniendo la línea de defensa desplegada desde el inicio de la investigación en 2013 sobre un fraude de 4,16 millones de euros.
Sentado frente a los tres jueces del tribunal junto a su padre Jorge Horacio, también acusado, y vestido con un traje negro, camisa blanca y corbata negra, Messi declaró durante unos veinte minutos, respondiendo lacónicamente a la mayoría de las preguntas.
Después, tras anunciar que ni él ni su padre asistirán a la última sesión del viernes, salió sin decir palabra del juzgado, donde numerosos aficionados corearon su nombre.
Ahora debe desplazarse hacia Estados Unidos para reincorporarse con la selección argentina para la Copa América, donde debutan el lunes ante Chile.
Messi y su padre están acusados de haber utilizado entre 2007 y 2009 un entramado de sociedades en Reino Unido, Suiza, Belice y Uruguay para ingresar los derechos de imagen del futbolista evitando el pago de impuestos.
Durante estos años, Messi firmó contratos con Adidas, Konami, Pepsi o Danone, cuyos ingresos pasaban primero por Suiza y Reino Unido con destino final a la sociedad uruguaya Jenbril, de la que era accionista único.
"Lo único que sabía es que firmábamos acuerdos con determinados patrocinadores, por una cantidad equis de dinero y yo tenía que hacer anuncios, fotos y cosas de esas pero sobre el dinero y dónde iba no sabía nada de eso", aseveró.
- "Vete a jugar a Panamá" -
La declaración del quíntuple ganador del Balón de Oro de 28 años despertó una fortísima expectación. Decenas de periodistas y curiosos lo recibieron a su llegada, sobre las 10H15 (08H15 GMT), acompañado por su padre y su hermano Rodrigo.
"Ladronzuelo", "vete a jugar a Panamá" le gritaron algunos, aunque la mayoría lo aclamaron. "La afición no dejará de apoyarlo", señaló Andrés López, un jubilado de 70 años.
El tercer día de juicio empezó con la intervención de expertos tributarios, que señalaron "la finalidad de ocultación y defraudación" de la estructura societaria de los Messi, y continuó con la intervención de su padre Jorge Horacio, a quien la fiscalía atribuye un papel "decisorio".
"Siempre intenté facilitarle la vida", se defendió.
Según explicaron el miércoles los exasesores fiscales de los Messi, su progenitor era su único interlocutor y a quien comunicaban todas las gestiones mientras que con el astro apenas mantenían contacto.
"Para mi todo esto (la fiscalidad) es como chino básico, no entiendo nada", se defendió Jorge Messi. "Yo pedí ( a los asesores) que nos cuidaran el patrimonio (...) y nos dijeron que ésta era la mejor manera".
La investigación judicial, iniciada en junio de 2013, no parece albergar dudas sobre los hechos. En 2005, la familia de un Messi todavía adolescente, aconsejada por su exasesor Rodolfo Schinocca, fundó una sociedad en Belice para ingresar allí los derechos de imagen del futbolista.
En 2007, la familia rompió relaciones con Schinocca, a quien acusaron de estafarlos, y trasladaron los derechos de Belice a la sociedad de Uruguay, ambos países considerados paraísos fiscales en la época.
El futbolista, uno de los cuatro deportistas mejor pagados del mundo según Forbes, ya devolvió unos cinco millones de euros al fisco correspondientes a su presunta evasión y los intereses.
Sin discutir los hechos, sus abogados denuncian la presión de la agencia tributaria española, que realizó 21 inspecciones al jugador, y tratan de desvincularlo de la gestión de su riqueza.
La fiscal, que en 2013 se querelló contra el futbolista, aceptó esta versión y retiró su acusación pero no la abogacía del Estado, que mantuvo la petición de 22 meses y medio y una multa equivalente al monto defraudado. Messi se negó este jueves a responder a sus preguntas.
Si fueran condenados, difícilmente serían encarcelados porque en España las penas inferiores a dos años no suelen aplicarse si no existen antecedentes judiciales.