Juan Pablo II | El Nuevo Siglo
Jueves, 20 de Junio de 2013

Luego del fallecimiento del Papa Juan Pablo II empezaron los trámites para llevar a uno de los pontífices más carismáticos de los últimos años a los altares.

El mismo día de los funerales, multitudes lo aclamaron santo, santo. La primera etapa se cumplió, al declararlo beato. Ahora la comisión de teólogos de la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano dio visto bueno a un segundo milagro atribuido a la intercesión del Papa polaco Karol Wojtyla. Con este hecho solo falta un paso hacia la santidad. Esta determinación de los teólogos requiere confirmación por una comisión de cardenales autorizada por decreto  del actual pontífice Francisco. El segundo milagro, que se refiere a la curación de una mujer, va a dar más rapidez al proceso de canonización, que podría concretarse en el próximo mes de octubre.  

Sin duda, el Papa Juan Pablo II dejó profunda huella de su pontificado, en el que además de la energía que irradiaba el Vicario de Cristo sobresalía una persona de las más altas calidades humanas, siempre dispuesto a denunciar las injusticias y desigualdades. Un verdadero pastor al servicio de todos, sin distinciones, a quien se le advertía aureola de santidad en su mirada diáfana y noble.