Luego de períodos invernales fuertes y prolongados asoma la temporada de verano con posibilidad de que llegue el fenómeno del Niño, que incrementaría la sequía, con los consiguientes efectos negativos en agricultura y ganadería. Y esto de tiempos de sequía es general, lo están sintiendo como no se soportaba en medio siglo, también en EE.UU., que ha afectado los cultivos de maíz.
En el Ministerio de Agricultura han estado atentos al cambio de clima y a las consecuencias de un verano recio que disminuiría las cosechas, en problemas por la falta de lluvias, los pastos se secan. Precisamente el ministro Juan Camilo Restrepo recomendó a los agricultores, en especial a los ganaderos guardar comida para los animales, y así poder afrontar el verano. Las reservas de alimentos deben ser para cuatro o cinco meses. Almacenándolos se va a garantizar el suministro tanto al ganado como a los demás semovientes de fincas y haciendas. Toca hacer como en las zonas boreales; allí guardan heno para el invierno.
La escasez de agua sólo se está dando en el altiplano boyacense. Esto puede incidir en merma de la producción de leche. Sin embargo, el ministro Restrepo descartó alzas en el producto.