Joven que disparó contra el Esmad no aceptó cargos | El Nuevo Siglo
Miércoles, 4 de Mayo de 2016

Luego de analizar las conductas delictivas en las que habría podido incurrir Fabián Vargas, la Fiscalía  le imputó el delito de violencia psicología contra servidor público, hecho que  Fabián Ernesto Vargas no aceptó su participación

 

Cabe recordar que cuatro horas después de entregarse a las autoridades Vargas, el hombre que disparó contra integrantes de la Fuerza Pública al término de las marchas del Día del Trabajo, en la Plaza de Bolívar de Bogotá, recuperó su libertad.

 

El hombre, de 25 años de edad, llegó a la Policía Metropolitana con todos los implementos que portaba el pasado domingo: gafas, saco negro, gorra y arma, según él, una pistola de aturdimiento que solo genera ruido.

“Es un arma de venta libre, sin ninguna restricción, le entregan a uno los documentos y nunca la había usado porque suena muy duro y no había tenido la oportunidad de usarla. Quizás por el momento pensé que se me daba la oportunidad de estrenarla y por eso tal vez fue que hice lo que hice”, precisó Vargas.

Después fue trasladado al complejo judicial de Paloquemao donde se presentó ante un juez de control de garantías para ser judicializado y quedar libre. “Es malo causar pánico, es malo transformar la esencia pacífica de una legítima marcha y por eso estoy arrepentido de mis actos”, dijo.

En los videos en poder de las autoridades se ve cuando Vargas cubrió su rostro y aprovechó el momento en que los miembros del Esmad trataban de protegerse de las piedras y apuntó a ellos, disparó tres veces, pero solo el tercer tiro sonó. Después escapó entre la multitud y al llegar a su casa se dio cuenta que lo estaban buscando.

 

“Cuando me vi ahí dije que tenía que presentarme porque no estaba debiendo nada a nadie, no tengo por qué esconderme, y lo que sale ahí no es lo que parece, no hubo disparos, no hubo heridos, no hubo nada de eso”, narró.

Al día siguiente una foto de su rostro y una recompensa de 20 millones de pesos lo pusieron en alerta. “La recompensa fue otro factor muy fuerte, cualquiera me vende, cualquiera lo hace, y es entendible”, dijo.

Por último, el hombre pidió perdón por haber generado pánico en la Plaza de Bolívar. “Ofrezco mis más sinceras disculpas para todas las personas que llegué a ofender, para la ciudad, a la Policía Nacional y a las personas que marchaban pacíficamente, ya que con mis actos empañé ese día”.

Vargas goza de libertad, mientras tanto el ente investigador impartió órdenes a la Policía Judicial para la elaboración de los informes tendientes a esclarecer estos hechos.