Con la aprobación por el Senado de Estados Unidos de la reforma migratoria, impulsada por la administración Obama, se ha dado un avance trascendental para solucionar la situación de más de once millones de indocumentados que tienen la esperanza de cumplir su aspiración de legalizarse y así más opciones de trabajo y de las garantías que ofrece la gran nación norteamericana, la primera potencia del mundo.
Fue clave la intervención del vicepresidente y presidente del Senado, Joe Biden, quien dirigió la votación en la Cámara alta, en la que se logró el primer sí histórico al proyecto de reforma migratoria. Pasó la iniciativa con 68 votos a favor y 32 en contra de los cien senadores.
El visto bueno a la reforma del sistema de inmigración es el paso más notable que se ha dado en EE.UU. al tema de los inmigrantes en los últimos 25 años. Logro, además, que se apunta el vicepresidente Biden. Sus aliados demócratas en el Senado se avinieron a una propuesta de excepción de los republicanos, de refuerzo de la frontera con México. Se va a duplicar el número de agentes en el límite sur. Han sido claros los republicanos, la reforma migratoria, con más seguridad en fronteras.