Está celebrando ochenta años de vida, los cumplió ayer, uno de los más destacados y universales dibujantes, Joaquín Lavado, conocido mundialmente como Quino. Nació el 17 de julio de 1932, en Mendoza (Argentina). Hijo de inmigrantes españoles.
Realizó estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Cuyo. A los 18 años marchó a Buenos Aires. En este primer viaje no tuvo suerte con sus trazos. Cuando terminó su servicio militar volvió a la brega, ya como dibujante publicitario.
Su creación cumbre, Mafalda, lo elevó a la fama. En 1962 el semanario Primera Plana empezó a publicarla como tira fija. Casi de inmediato el mundo infantil ideado por Quino, que lo integraban arquetipos adultos, reflejo de la clase media argentina, alcanzó celebridad internacional. Mafalda llegó a Europa, primero a Italia, luego a España, con éxito rotundo. Se tradujo a varios idiomas y su popularidad se extendió. Indudablemente, Quino es un maestro excepcional, y a su edad, se mantiene activo. De su imaginación genial surgió Mafalda, un personaje, que hace varias décadas no volvió a dibujar, no obstante es tal el arraigo que nadie lo olvida. Ha permanecido en la memoria de varias generaciones, incluyendo la actual.