Jeb no pudo continuar la dinastía Bush en Casa Blanca | El Nuevo Siglo
Domingo, 21 de Febrero de 2016

Un apellido famoso, una carrera política alabada y donantes adinerados no fueron suficientes para salvar a Jeb Bush, quien se retiró de la carrera por la presidencia de Estados Unidos tras humillantes resultados en las primarias republicanas, proceso  en el que en su partido se consolida el multimillonario Donald Trump, mientras que en el bando demócrata lo hace Hillary Clinton. .

El exgobernador del importante estado de Florida, hermano e hijo de dos expresidentes, comenzó su campaña el año pasado como el favorito para conseguir la nominación de su partido para las presidenciales de noviembre próximo, con el respaldo de reconocidos asesores políticos y millones de dólares en donaciones.

Pero tan solo consiguió buenos números en los sondeos durante los primeros momentos de la campaña, para luego derrumbarse. Desde hace semanas, sus posibilidades parecían haberse desvanecido.

El tiro de gracia vino el  sábado cuando alcanzó apenas el cuarto lugar con menos de 8% de los votos en las primarias republicanas en Carolina del Sur, donde su hermano y su padre, los expresidentes George W. Bush y George Bush, obtuvieron buenos resultados en sus respectivas carreras.

"Esta noche, suspendo mi campaña", dijo Bush, de 63 años, conteniendo las lágrimas, al hacer su anuncio en Columbia, Carolina del Sur. "Estoy orgulloso de la campaña que hicimos para tratar de unir nuestro país".

El gran ganador de la primaria de Carolina del Sur fue Donald Trump, quien obtuvo un tercio de los votos; un trago amargo para Jeb Bush, quien fue blanco de ataques e insultos de parte del magnate de los bienes raíces.

El logo de la campaña de Bush era su nombre con un signo de exclamación -Jeb!-, en un intento por mostrar entusiasmo, lo que contrastó con el candidato, que nunca llegó a emocionar a los republicanos.

Trump sacó provecho de esa situación y lo calificó de candidato de "baja energía", una impresión que se grabó en la mente de los votantes y que Bush jamás pudo sacudir.

A Bush ni siquiera pudieron salvarlo su hermano George W. y su madre, la popular Barbara, que hicieron campaña en su nombre en los últimos días.

Bush tampoco se benefició de su apellido, ante el hartazgo de una parte del electorado, que rechazaba la posibilidad de un tercer Bush en la Casa Blanca.

Entre tanto, la nueva parada de la contienda electoral cumplida el sábado,  Trump obtuvo una gran victoria en Carolina del Sur, que lo cimienta como el favorito entre los republicanos, mientras que Hillary Clinton le inyectó aire a su campaña al ganar Nevada.

Los triunfos del grandilocuente multimillonario de 69 años y la ex secretaria de Estado, de 68, reconfortan a estos candidatos, a pocos días del 1 de marzo, cuando en el llamado "supermartes" once estados tendrán sus primarias.

En Carolina del Sur, Trump confirmó en las urnas lo que las encuestas han señalado desde el año pasado: que es el favorito para ganar la nominación de los republicanos en la carrera presidencial para reemplazar a Barack Obama.

El magnate, que ha conquistado a un electorado republicano que busca un "outsider" antisistema, obtenía un tercio de los votos, seguido del senador de origen cubano Marco Rubio con 22,5% y del ultraconservador Ted Cruz con 22,3%.

Al congratularse por su victoria en un discurso, Trump se mostró confiado en que parte de los seguidores de sus contrincantes que se han retirado de la carrera apoyen ahora su candidatura. 

"No es fácil la lucha por la presidencia. Es dura, es desagradable, es odiosa. Es bella. Cuando ganas, es bella. Y vamos a empezar a ganar para mejorar nuestro país", dijo el controversial Trump, que perdió Iowa frente a Cruz pero ganó holgadamente New Hampshire, los estados que tuvieron primarias antes de Carolina del Sur.

Hillary Clinton logró, también el sábado, una necesitada victoria frente a su rival Bernie Sanders en los "caucus" (asambleas de votantes) de Nevada. Sin embargo, la mínima diferencia entre ambos candidatos augura unas primarias prolongadas, en medio de una creciente popularidad del senador de Vermont en el país. Clinton obtuvo el 52,6% frente al 47,4% para Sanders. /EL NUEVO SIGLO con AFP