Las lágrimas y el dolor por la derrota 2-1 ante Brasil se mezclaban este viernes en Colombia con el orgullo de todo un país por una selección que hizo historia, al llegar por primera vez a los cuartos de final de un Mundial de fútbol.
Los hinchas colombianos, muchos apiñados frente a pantallas gigantes colocadas en las distintas ciudades del país, se mostraron tristes y preocupados en la mayor parte del partido, aunque -como su selección en la cancha- retomaron fuerzas en el tramo final del juego y terminaron ovacionando a sus jugadores a pesar del resultado.
"Me parece que el arbitraje favoreció a Brasil, pero igual estamos felices porque hicimos historia, hay selección para los Mundiales que vienen porque es un grupo muy joven", dijo a la AFP Catherin Guevara, una trabajadora de 28 años que vio el partido en la Zona Rosa de Bogotá.
El gol de penal de la estrella James Rodríguez, en el minuto 80, despertó a la hinchada y le devolvió las esperanzas en todo el país a la marea amarilla y roja -los colores de las camisetas de la selección-, aunque luego el choque acabara en derrota para los cafeteros.
En Cali (oeste), por ejemplo, decenas de personas que veían el partido en el centro de la ciudad terminaron llorando -sobre todo los niños y mujeres se mostraban desconsolados-, pero el dolor no les impedía aplaudir a Rodríguez cuando las televisiones mostraron su imagen.
Joven revelación de Colombia y orgullo de los hinchas a lo largo y ancho del país, el mediapunta se despidió del torneo con lágrimas y siendo aún el goleador del Mundial con seis tantos anotados.
Para celebrar la actuación del equipo, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, anunció que el domingo por la mañana se organizará el recibimiento de los jugadores en el principal parque de la capital.
- Lluvia y esperanza -
Este viernes, en Bogotá, la lluvia borró el tricolor amarillo, azul y rojo de los rostros de los aficionados, que a pesar de la derrota se conformaron con celebrar el buen desempeño de su equipo en el torneo, con la mira ya puesta en la próxima Copa América y los siguientes Mundiales.
Incluso los menos fanáticos, como Juliana Acosta, una estudiante de 24 años, se sumaron a los halagos: "Es muy importante lo que hicieron para unir al país".
La euforia en Colombia antes del partido era enorme y llevó incluso al gobierno a decretar medio día festivo para sus funcionarios, una iniciativa que siguieron muchas empresas que dejaron la tarde libre a sus empleados.
A solo segundos del pitazo final, en Twitter el apoyo y cobijo a la selección colombiana fue inmediato y miles de personas expresaron su orgullo por la mejor participación de un seleccionado nacional en una Copa del Mundo.
"Todos los colombianos nos sentimos muy orgullosos de nuestra Selección. Hicieron historia, ¡gracias por tantas alegrías!", escribió el presidente Juan Manuel Santos, que viajó a Brasil para acompañar al equipo nacional en Fortaleza.
Los tuits de agradecimientos llovían: desde los cantantes Juanes, Fonseca, Shakira y Carlos Vives, hasta el astro colombiano Radamel Falcao García, que no pudo jugar en el Mundial por una lesión, pasando por políticos de todos los partidos, la Cancillería y el Ejército. "¡Gracias!" y "Orgullo" eran el denominador común de los mensajes.
Sin embargo, la mayoría de los colombianos no podrá ahogar sus penas en alcohol, pues desde la mañana de este viernes rige en muchas ciudades del país la Ley Seca, complementada con despliegues policiales y otras restricciones para evitar los desmanes registrados durante los partidos previos del Mundial.
Hasta el momento, las autoridades no han reportado hechos violentos inmediatamente terminado el partido ante Brasil, pero en el juego contra Uruguay por octavos de final se presentaron en todo el país 3.261 riñas y 34 personas heridas en el país.
Para desahogarse, y con gritos de "El árbitro nos robó el partido" y "se hizo un buen Mundial", que reflejaban los sentimientos encontrados que produjo el resultado, algunos aficionados se marchaban a sus casas tras ver el encuentro en el barrio El Poblado, en el sur de Medellín (noroeste).