"Jamás sugeriría legislar a beneficio propio" | El Nuevo Siglo
Lunes, 22 de Abril de 2013

El presidente Juan Manuel Santos hizo frente a la polémica desatada en círculos políticos sobre la propuesta que él mismo había formulado de buscar una reforma que para que la reelección presidencial sea solo por dos años, lo que eventualmente extendería su mandato a seis años.  

El Jefe de Estado le envió una carta al presidente del Senado, Roy Barreras Montealegre, en donde sale al paso a las críticas de que la propuesta consistiría en legislar en beneficio propio.


“Conoce mi talante, y sabe que jamás, jamás, me prestaría a sugerir una reforma constitucional en beneficio propio; todo lo contrario”, indicó en su misiva el mandatario. Además, insistió en que una eventual reelección suya sería a cambio del recorte del periodo adicional a dos años.


Santos Calderón admitió en su misiva que pensó “equivocadamente” que esa iniciativa de ampliar el periodo tanto del presidente como de alcaldes o gobernadores o de la reelección por dos años iba a tener buena acogida en el país.


El Presidente también descartó que el proceso de paz con las Farc que se cumple en La Habana, Cuba, esté de alguna manera ligado con la posibilidad de lanzarse a la reelección para los comicios presidenciales de 2014.

El texto completo de la carta enviada por el Presidente Santos a Roy Barreras es el siguiente:

 

El viernes por la noche usted y yo escuchamos el viejo clamor unánime de los alcaldes del país para ampliar sus periodos. Esta aspiración la he considerado válida desde hace tiempos por diversas razones. También considero que sería conveniente que los períodos de los alcaldes y gobernadores coincidieran con los del presidente para facilitar la ejecución de los respectivos planes de desarrollo, que tendrían la misma extensión y podrían así ganar mayor coordinación y eficiencia. La experiencia así lo demuestra.

En ese orden de ideas sugerí que esa iniciativa, la de extender y unificar los periodos, la llevaría a la mesa de la Unidad Nacional, SIEMPRE Y CUANDO se eliminara la reelección. También agregué que POR NINGUN MOTIVO aceptaría que se ampliara mi periodo o que hubiese algún cambio que me beneficiara. El país y usted conocen mi talante y saben que JAMÁS, JAMÁS, me prestaría a sugerir una reforma constitucional en beneficio propio. TODO LO CONTRARIO. Dije que, si me presento a la reelección, estaría dispuesto a que se me RECORTARA el segundo periodo a dos años para iniciar a partir de ese momento –y con otro presidente– periodos de seis años sin reelección.

Estoy convencido de la conveniencia de las tesis que sustentan esta posibilidad: no reelección con periodos más largos y coincidentes. Pensé, EQUIVOCADAMENTE AL PARECER, que una iniciativa de esta naturaleza sería de buen recibo por todos, incluyendo la oposición, pues no implicaba la prórroga automática de mi mandato sino que, en cualquier caso, demandaría el concurso del pueblo colombiano a través de elecciones. Pero así no ha sido entendido por muchos.

Como soy el primero en considerar que el país lo que necesita son iniciativas que nos unan en lugar de dividirnos, considero que sería inconveniente dar trámite en el Congreso, en este momento, a cualquier iniciativa de esta naturaleza y que se debe dejar tan necesario debate para después de elegido el próximo gobierno.

Quiero aprovechar la oportunidad para aclarar que esta discusión NADA tiene que ver con el proceso de paz. Sigo pensando, hoy más que nunca, que para ser exitoso este proceso debe durar meses y no años. En el día de hoy el equipo negociador del Gobierno ha viajado a La Habana con precisas instrucciones mías de avanzar con mayor celeridad en los acuerdos que allí se discuten.

Me reafirmo en lo dicho ante alcaldes y gobernadores en el sentido de que considero válida la aspiración de que los mandatos de las autoridades territoriales sean más largos, pero ciertamente las circunstancias políticas, legales y constitucionales aconsejan que esta reforma se tramite en un tiempo que no coincida con la época pre-electoral y, sobre todo, sin que se entienda que se hace en beneficio propio del Presidente de la República.

Un cordial saludo,

Juan Manuel Santos

Presidente de la República.