En el primer día del juicio, la corte accedió a la solicitud expresada en una misiva del propio Chirac de que lo representen sus abogados. "No se exigirá la comparecencia personal", dijo el presidente del tribunal, Dominique Pauthe. Los alegatos de fondo se inician el próximo martes. El Tribunal Correccional de París juzgará durante tres semanas al ex presidente francés por unos treinta empleos de favor cuando era alcalde de París que sirvieron para afianzar sus ambiciones políticas.

Primer ex jefe del Estado francés en ser juzgado por un Tribunal Correccional, Chirac, que cumplirá 79 años en noviembre, había enviado el viernes pasado una carta al presidente del tribunal, Dominique Pauthe, y un informe médico que según el magistrado evoca "disturbios severos de la memoria" e "importantes errores de juicio y de razonamiento".

Chirac pidió en su misiva que sus abogados puedan "representarlo" en el proceso que debería durar hasta el 23 de septiembre pues "ya no tiene plena capacidad" para participar en las audiencias.

"Ya no tiene memoria", aseguró su yerno, Frédéric Salat-Baroux. Según expertos, el ex mandatario francés sufre de anosognosia, una enfermedad neurodegenerativa de la familia del Alzheimer.

Tras el inicio de la audiencia del lunes, Jean Veil, uno de los abogados defensores del ex presidente pidió al tribunal que les permita representarlo en el juicio "pues hoy en día no está en situación de acordarse de hechos que datan de hace más de 20 años". La Fiscalía respaldó el pedido de los abogados.

Chirac está acusado de "malversación de fondos", "abuso de confianza" y "apoderamiento ilícito de intereses" por empleos ficticios en los años 90 a favor de militantes de su partido RPR (Unión para la República), predecesor de la gobernante Unión por un Movimiento Popular cuando era alcalde de París, que sirvieron para afianzar sus ambiciones políticas.

El alcance judicial de este caso se redujo sobremanera luego de que a fines de 2010 la alcaldía de París retirara los cargos por 21 empleos ficticios a cambio de una indemnización de 2,2 millones de euros de los cuales casi la mitad pagó la UMP, el partido en el poder de Nicolas Sarkozy.

En los últimos días, varios diarios franceses publicaron fotos del ex presidente, que durante 40 años fue un símbolo de la derecha francesa, caminando con su mano apoyada en el hombro de su guardaespaldas.

 

AFP