La izquierda uruguaya, en el poder desde 2005, asumió la responsabilidad por el fracaso de un acuerdo de asociación firmado en 2007 con privados, que terminó con la liquidación de la aerolínea de bandera Pluna, aprobada en la madrugada por el Parlamento.
Luego que el Parlamento sancionara en la madrugada solo con el apoyo del oficialismo, una ley urgente para acelerar la liquidación de Pluna, el ex presidente uruguayo Tabaré Vázquez (2005-2010) y su ex ministro de Economía y actual vicepresidente Danilo Astori, emitieron sendos comunicados en los que asumieron su responsabilidad por lo acontecido, pero también aseguraron que recibieron una compañía insolvente.
"El principal responsable de esa equivocación es de quien suscribe este comunicado", dijo Vázquez, enfatizando que todas las acciones para concretar la unión de Pluna con el consorcio privado Leadgate, que controló el 75% de la firma, contaron con su "respaldo y aprobación explícita".
"De la misma manera era de mi conocimiento la deplorable historia anterior de esta empresa en su asociación con Varig", iniciada en 1995 y que terminó tras la quiebra de la aerolínea brasileña en 2006, señaló Vázquez.
Según Astori, el gobierno de Vázquez recibió una compañía aérea "vaciada (descapitalizada) y fundida", con cuatro aviones 737-200 llegando al final de su vida útil y pérdidas mensuales de dos millones de dólares.
"Era difícil para el primer gobierno de izquierda (en Uruguay) afrontar la dura alternativa que teníamos en 2007: cerrar Pluna o seguir quemando decenas de millones de dólares al año, con gestión estatal, cuando recién estábamos saliendo de la peor crisis de nuestra historia contemporánea", justificó Astori.
"La gestión de Leadgate no fue la que el país esperaba y necesitaba", remarcó.
En medio de acusaciones cruzadas entre gobierno y oposición, el gobernante Frente Amplio rechazó el martes la instalación de una comisión investigadora en el Senado y aseguró que enviará los antecedentes del caso a la justicia penal, donde desde fines de mayo ya hay una denuncia presentada por el opositor Partido Nacional.
- Futuro incierto -
Lo ocurrido con Pluna muestra que "hay que ser muy exigentes en la firma de acuerdos" con privados, dijo a La Diaria el senador socialista (oficialista) Eduardo Fernández.
El también oficialista Ernesto Agazzi opinó a su vez que "la conclusión (...) es que la asociación del Estado con privados siendo minoría hay que mirarla con lupa, y en general no es conveniente".
Leadgate -que se retiró a mediados de junio pasado por su negativa a capitalizar la empresa- poseía el 75% de las acciones mientras que el Estado controlaba el 25% restante.
La ley aprobada el martes acelera el proceso de liquidación de Pluna, regulando la venta de los activos de la compañía, entre ellos aviones adquiridos con el Estado como garante, y la posterior adjudicación de las rutas aéreas, a cambio de la contratación de exempleados de la aerolínea.
Tras la subasta de los activos de Pluna, en un plazo de 60 días, la prioridad de pago a los acreedores la tendrá el canadiense Scotiabank, con el que el Estado asumió la garantía de 130 millones de dólares para la compra de aviones.
La paralización de Pluna -con 253 vuelos semanales a Argentina, Brasil, Chile y Paraguay- ha generado problemas de conectividad al país sudamericano, donde Pluna representaba cerca del 50% de la operativa.
Las argentinas Aerolíneas Argentinas y Austral anunciaron el martes que incrementarán a partir de agosto sus frecuencias semanales entre Buenos Aires y Montevideo para paliar la falta de asientos por el cierre de Pluna.
En tanto, el empresario argentino Juan Carlos López Mena, dueño de la naviera Buquebus, la principal empresa de transporte fluvial de pasajeros entre Argentina y Uruguay, y de BQB Líneas Aéreas, dijo que no le interesa participar de la subasta de aviones.
"Puede haber mejores aviones y más baratos", señaló López Mena, quien indicó no obstante que sí tiene interés en las rutas que cubría Pluna.