Con la discusión de la próxima reforma tributaria y en la que se pretende incrementar el IVA del 16% al 19%, los analistas consideran que este tributo es uno de los más caros e injustos para los consumidores pero también el más fácil de cobrar. De allí que los gobiernos, incluido el colombiano, vean con interés la alternativa de modificarlo al alza.
El analista de KPMG, Lucio Giaimo, dijo que la razón por la que América Latina ha seguido la tendencia global de aumentar o extender el IVA es porque se trata de un tributo fácil de recaudar.
"Los gobiernos saben que es mucho más sencillo y eficaz cobrarles a un gran número de consumidores que a un puñado de grandes empresas", señala.
Y los resultados están a la vista, añade, "en América Latina hay países como Argentina en los que el IVA representa un 30% del total de la recaudación fiscal. Eso es mucho".
Claro que, desde la perspectiva de la gente común, el IVA es considerado un “tributo "regresivo" y hasta "injusto" para algunos, ya que lo pagan todas las personas que hacen compras -y todas el mismo monto- sin importar su nivel socio-económico.
Giaimo afirma que otra tendencia destacable en nuestra región es que los fiscos recurren cada vez más a la tecnología para mejorar el cobro de este tributo; por ejemplo mediante el uso de la facturación electrónica y un mejor manejo de los datos de los contribuyentes.
La economía
"Como consecuencia, en algunas partes de América Latina está disminuyendo la economía informal, la venta de productos y servicios sin factura", apunta.
No obstante, durante la III Conferencia Internacional sobre Financiamiento para el Desarrollo realizada a mediados de julio en Addis Abeba, expertos tributarios advirtieron que la situación aún dista de ser ideal en los países de la región.
Dijeron que los gobiernos latinoamericanos, si bien mejoraron su recaudación impositiva en general, siguen enfrentando el problema de la evasión del IVA, que oscila entre el 17% y el 37% del total de contribuyentes.
Sea como fuere, la mayoría de los consumidores que sí pagan el IVA deberían estar preparados, según los analistas.
Porque si los gobiernos de América Latina apuestan cada vez más a este impuesto como una manera fiable y eficiente de llenar sus arcas -siguiendo lo que sucede en otras partes del mundo-, podrían esperarse más aumentos del tributo o más productos afectados por él.
La renta
Sin embargo, si a este impuesto se une el de renta, se tiene que Colombia es uno de los países que resultan más caros para los contribuyentes en la región.
De acuerdo con un estudio de la firma Baker & McKenzie, Colombia registra la carga de impuestos más elevada para las empresas en la región. En el informe denominado Guía de impuestos para Latinoamérica en 2016, se hace un comparativo de los sistemas tributarios en América Latina. El estudio abarca una compilación completa de la composición y funcionamiento de los esquemas impositivos de Colombia, Argentina, Venezuela, México, Perú, Chile y Brasil.
De acuerdo con la investigación de la firma, y en materia de impuestos sobre la renta, Colombia es el país con la tarifa más alta de la región para las empresas, con un impuesto de renta que junto con el CREE y la sobretasa del CREE, alcanza el 40%, mientras en Argentina el impuesto de renta es de 35%, en Venezuela 34%, México 30%, Perú 28%, Chile 24% y Brasil 15%.
Adicionalmente en la región, Venezuela (12%), México (16%) y Colombia (16%) registran las tasas más bajas en el impuesto al valor agregado - IVA -. Pero si se incrementa, como se pretende en las recomendaciones de la Comisión Tributaria, el IVA del 16% al 19%, Colombia sería el segundo país con esta tasa más alta en la región.
En este mismo estudio, se señala que el país que registra el IVA más elevado es Argentina con 21% seguido por Chile con 19%, Perú 18% y Brasil 17%. De igual manera, el país con el mayor impuesto de renta para personas naturales es Chile, en donde una persona, de forma progresiva de acuerdo con sus ingresos, puede llegar a pagar hasta un 40%, seguido por Argentina y México con 35%, Venezuela 34%, Colombia 33%, Perú 30% y Brasil 27,5%.
El lanzamiento de este estudio, elaborado por Baker & McKenzie, refleja al igual que los informes de la Comisión de Expertos para la Equidad y Competitividad Tributaria, el Fondo Monetario Internacional, la OCDE y el BID la necesidad que tiene el país de replantear, por medio de una reforma estructural y de largo plazo, su sistema tributario.
Luego de finalizado el periodo de sesiones ordinarias del Congreso de la República el pasado 20 de junio, se espera, tal como lo había anunciado el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas a inicios del año, que durante el período legislativo que inicia el próximo 20 de julio se radique el proyecto de ley de reforma tributaria.
Modernización
De acuerdo con Ciro Meza, socio de la práctica de impuestos de Baker & McKenzie, “el objetivo de la reforma debería enfocarse, principalmente en simplificar y modernizar el sistema tributario. Hoy tenemos un sistema tributario complejo que genera distorsiones en la economía, incentiva la informalidad y al mismo tiempo desincentiva la inversión privada y no garantiza un recaudo suficiente para poner en marcha las políticas públicas que ha establecido el Gobierno nacional”.
Meza además agrega que “Colombia crece a un ritmo relativamente vigoroso, de acuerdo con las estimaciones del FMI y del Banco de la República. Sin embargo, el pronóstico de crecimiento para 2016 registra una caída a un nivel de 2,5%, luego del 3,1% registrado en 2015. Esta situación reafirma la importancia de la reforma y posiciona su discusión como el debate económico más importante del segundo semestre del año”.
Y es que a las condiciones propias del país, incluida la firma de la paz entre el Gobierno nacional y las Farc, y a la preparación que se requiere para afrontar un escenario de posconflicto se le suma el no muy alentador panorama regional. De acuerdo con las perspectivas económicas del Fondo Monetario Internacional, mientras la recuperación mundial trata de afianzarse, en América Latina y el Caribe se prevé́ que en 2016 el crecimiento sea negativo por segundo año consecutivo.
De otro lado, un informe de la BBC Mundo, indica que en algunas partes de América Latina el fisco cobra un IVA -o un gravamen equiparable- similar al griego, tras una serie de incrementos registrados en los últimos tiempos.
"Muchos países de la región están siguiendo la tendencia mundial de aumentar el impuesto o ampliar los sectores a los que se aplica", explica a BBC Mundo Lucio Giaimo, analista tributario de la consultora internacional KPMG basado en Buenos Aires.
Giaimo apunta que Argentina, por ejemplo, recientemente empezó a cobrar IVA a los servicios en general, que antes no estaban gravados.
Pero no es el único caso. Uruguay reinstauró el impuesto a la compra de carnes blancas (pollo, cerdo y cordero) luego de siete años de exenciones. Y Puerto Rico, que actualmente no cuenta con un régimen de IVA, lo introducirá en 2016 (no obstante, este mes subió el Impuesto a las Ventas y el Uso, IVU, de 7% a 11,5%).
En otras palabras, estamos hablando de alzas de precios para los ciudadanos de a pie.
Con el resto del mundo
Entonces, ¿pagamos más o menos impuesto al valor agregado en América Latina que en el resto del mundo? ¿Y en qué países de la región se exige más a nuestros bolsillos?
Lo que queda claro es que los porcentajes de IVA de los países de América Latina están lejos de los índices máximos y mínimos en el resto del mundo.
Según la base de datos internacional sobre impuestos VATLive, actualizada al minuto, la nación que tiene el tributo más alto del planeta es una que en el pasado perteneció a la órbita soviética: Hungría (27%).
Le siguen Dinamarca, Noruega, Suecia y Croacia (25%), y Finlandia, Islandia y Rumania (24%).obra impuesto al valor agregado en el mundo.
En el selecto grupo de los que cobran 0% de IVA figuran naciones tan diversas como Omán, Qatar, Siria, Tanzania, Gambia y Bután.
Yemen (2%), Corea del Norte (2%-4%), Nigeria (5%) y Tailandia (7%), entre otros, también ocupan la parte inferior del ranquin.
Tabaco, salud, celulares...
El informe de BBC Mundo hizo un relevamiento de los distintos regímenes impositivos en América Latina para ver -a grandes rasgos- por cuáles productos y servicios los consumidores deben pagar más IVA que el general, o bien tienen descuentos y exenciones.
Si se piensa exclusivamente en el bolsillo de la gente común, la conclusión es que las reducciones y los "perdones" son pocos.
En algunas naciones la gente debe abonar un IVA mayor que el estándar por el tabaco y las bebidas alcohólicas (por ejemplo: Chile, República Dominicana, México, Panamá). Ahora Colombia quiere implementar un aumento.
En otros se paga más por la telefonía celular y los servicios de internet (Honduras), o por los productos de lujo (de nuevo Chile) fumar tiene un costo extra.
En cambio, hay países en los que hay reducciones o 0% de IVA para la atención médica, los medicamentos, los servicios de enseñanza o alimentos básicos (Colombia, Uruguay, Venezuela, Ecuador, Costa Rica, entre otros).
O bien en los que hay descuentos por el suministro eléctrico (otra vez Costa Rica), las telecomunicaciones (México) o los bienes inmuebles (Paraguay).
Los ejemplos más llamativos de exenciones al pago del IVA son los del transporte público (Perú) y la venta de hidrocarburos (Venezuela), entre otros. En este último caso, se trata sólo de combustibles producidos por Pdvsa o empresas mixtas.
Es imposible resumir en un solo artículo las particularidades de todos los países.
Pero, por lo general, la decisión sobre qué bienes y servicios pagan más, menos o ningún IVA depende de la política económica de cada gobierno: a qué franja de la población desea beneficiar y a qué sector productivo quiere apoyar.