por Jean MONTOIS
El italiano Davide Formolo (Cannondale) ganó en solitario la cuarta etapa del Giro de Italia, este martes, en La Spezia (norte), tras la que el australiano Simon Clarke (Orica), segundo en la meta, se hizo con el maillot rosa de líder.
En un recorrido escarpado, de 150 km en la región de Cinco Tierras (Cinque Terre), el italiano Fabio Aru pasó al ataque. De sus rivales directos, solo el español Alberto Contador y el australiano Richie Porte pudieron aguantarle.
El pelotón principal se desintegró cuando quedaban 50 kilómetros para el final y se redujo a una veintena de corredores por el fuerte empuje del equipo de Aru, el Astana. El portador de la 'Maglia Rosa' en la salida en Chiavari, el australiano Michael Matthews, se quedó atrás de forma inmediata.
En la parte delantera, los ataques y contraataques se sucedían en una escapada que inicialmente la formaban 27 corredores, entre los que estaba el checo Roman Kreuziger.
Aru siguió apretando en la última dificultad montañosa del día, a 12 kilómetros de la meta y se unió al grupo en el que estaba Formolo, que saltó en busca de la victoria unos instantes antes, en la subida al último puerto de la jornada, el Biassa.
En este ascenso corto (3,4 km), pero pronunciado (8,9% de desnivel medio), el joven escalador de la Cannondale, de 22 años, aventajó en la cima en cuarenta segundos a sus compañeros de fuga, suficientes para llegar en solitario a la meta y conseguir su primer gran éxito en su segunda temporada como profesional.
- Urán, gran damnificado -
En el Biassa, Aru volvió a acelerar y el colombiano Rigoberto Urán, segundo en la general en las dos últimas ediciones del Giro, fue el gran damnificado de la jornada, ya que quedó descolgado y perdió 42 segundos con respecto al trío (Contador, Aru y porte) que parece que luchará por la victoria final.
Urán se quedó solo en los momentos cruciales de la etapa, después de que su equipo, el Sky británico, trabajase a destajo al inicio de la etapa para echar abajo una escapada de 27 corredores, entre los que estaba el checo Roman Kreuziger, lugarteniente de Contador en el Tinkoff.
"Teníamos la situación controlada, Kreuziger estaba delante", explicó Contador al ser preguntado por la fortaleza de su equipo, ya que solo contó con la ayuda del australiano Michael Rogers en la parte final de la etapa, mientras que el Astana tuvo hasta cinco corredores para apoyar a Aru.
La demostración del Astana eclipsó la lucha por la 'Maglia Rosa', que viste ahora Clarke, de 28 años, tras llegar segundo a la meta en La Spezia, en su primera participación en la ronda italiana.
El miércoles, la quinta etapa de 152 kilómetros, saldrá de La Spezia y llegará a la Toscana, al alto del Abetone, tras una ascensión final de 17,3 kilómetros (con un desnivel medio del 5,4%)/AFP.