En un intento de calmar los mercados alarmados por la crisis de la deuda más nerviosos aún ante la incertidumbre política que se abre en Italia con la salida de Silvio Berlusconi, el presidente de este país dijo que se acelerarán los tiempos para aprobar el paquete de medidas exigidas por la Unión Europea.
El presidente de la República italiano, Giorgio Napolitano, intervino oficialmente con un inusual comunicado en el que confirmó que las medidas exigidas a Italia por la Unión Europea (UE) para reducir la colosal deuda pública del 120% del PIB (1,9 billones de euros) serán aprobadas "en pocos días".
"Inmediatamente y con rapidez se consultarán las partes para solucionar la crisis y por tanto en un tiempo breve se formará un nuevo gobierno (...) o se disuelve el Parlamento para dar inicio a una campaña electoral que tendrá que celebrarse también en un plazo corto", subraya la nota.
Berlusconi anunció que presentará su dimisión cuando el Parlamento apruebe la llamada "maxi enmienda" con las reformas económicas que exige la UE para salvar al país del hundimiento.
La votación, que estaba anunciada para mediados de noviembre, será adelantada al sábado, según la prensa.
A la espera de eso, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, presionó diciendo que "Italia no sólo debe anunciar medidas sino que también debe aplicarlas".
"El próximo gobierno tendrá que encargarse de todos los compromisos incluidos en la carta que (Silvio) Berlusconi envió a la Unión Europea", agregó.
Mientras, los mercados no daban tregua a Italia -tercera economía de la Eurozona, cuya prima de riesgo - el diferencial que paga la deuda italiana con los bonos alemanes de referencia-, se situó en 555 puntos, a un nivel insostenible que la deja en la zona de rescate, como ya ocurrió con Grecia, Irlanda y Portugal.
Por su parte, las principales Bolsas europeas registraron fuertes caídas, en particular el parqué de Milán, que se dejó al cierre el 3,78%.
Inclusive el Vaticano, a través del diario Osservatore Romano, instó a Italia a hallar soluciones "rápidas por sentido de responsabilidad".
Las incógnitas dominan la escena política italiana y no se sabe aún si se convocarán elecciones anticipadas o se designará a un tecnócrata que pueda capear la crisis y aplicar las medidas urgentes que exige Europa.
Algunos expertos están preocupados por la pérdida de tiempo crucial con intrigas políticas y plazos demasiado largos, que acabarían por llevar al país al abismo.
La presión internacional pesa fuertemente en las decisiones que tome Italia y el presidente Napolitano, de 86 años, tiene una importante responsabilidad, ya que es la persona que según la Constitución puede disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas o consultar a los sectores políticos para designar a un nuevo jefe de gobierno.
"Hay que romper con viejos tabúes", advirtió Napolitano, quien podría optar por un gobierno provisional, formado por personalidades creíbles, como solicitan numerosos expertos y observadores./AFP