El Parlamento italiano aprobó definitivamente el presupuesto presentado por el gobierno de Matteo Renzi para 2015, que busca a su vez reactivar la economía y mejorar las cuentas públicas.
Tras su aprobación el sábado por el Senado, la cámara baja adoptó también el texto por 307 votos a favor y 116 en contra al término de una tensa sesión, durante la cual algunos miembros del Movimiento 5 Estrellas (M5S) del excómico Beppe Grillo llegaron a sentarse en los escaños reservados al gobierno.
Este presupuesto es "equilibrado y eficaz. Apoya el crecimiento y el empleo, y refuerza la durabilidad de las cuentas", había asegurado a la prensa el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan.
El texto prevé medidas para los hogares, como la instauración de un "bono bebé" de 80 euros mensuales por cada niño nacido a partir del 1 de enero, así como medidas para las empresas, en especial, una bajada de las cargas salariales destinadas a favorecer la contratación.
Tras haber reclamado mayores esfuerzos, Bruselas aceptó a finales de noviembre este proyecto de presupuestos gracias a las correcciones de última hora, si bien no excluyó reclamar nuevas medidas de reducción del déficit o imponer multas si no se respetan las normativas.
El proyecto inicial preveía un déficit del 2,9% del PIB tras un 3% en 2014 y aplazar de 2015 a 2017 el cumplimiento del objetivo de equilibrio presupuestario.
En su segunda versión, el gobierno italiano se comprometió a poner en marcha medidas de ahorro adicionales equivalentes a unos 4.500 millones de euros y prometió reducir el déficit estructural en más de 0,3 puntos porcentuales de PIB respecto a 2014.
Renzi pidió a Bruselas más flexibilidad, al asegurar que el déficit presupuestario italiano se mantenía bajo la barrera del 3% del PIB y al subrayar el amplio programa de reformas puesto en marcha para sacar al país de la crisis.
El país se encuentra actualmente en su tercer año de recesión y el desempleo alcanza niveles de récord (13,2% en noviembre, y 43% entre los jóvenes), mientras que su deuda pública supera los 2,1 billones de euros.